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español al inglés: Scientific paper about larval biology in mussels General field: Ciencias Detailed field: Biología (biotecnología/química, microbiología)
Texto de origen - español 1. Introducción
El mejillón Mytilus galloprovincialis, al igual que la mayoría de organismos bentónicos, presenta un ciclo de vida complejo que incluye un estadío larvario planctónico y un estadío adulto sésil o sedentario. Las larvas de invertebrados de latitudes templadas como M. galloprovincialis presentan una duración de la vida larvaria en torno a 4 semanas (Cáceres-Martinez, 1994; Levin and Bridges, 1995) durante la cual, múltiples procesos físicos y biológicos determinan el balance entre la mortalidad, la dispersión y la retención próxima a los hábitats parentales (Sponaugle et al., 2002; Pineda et al., 2009). El asentamiento es el proceso que funciona a modo de puente entre la vida larvaria y la sésil, e incluye la toma de contacto de las larvas con el sustrato, su adherencia a él y el proceso de metamorfosis (Connell, 1985). El asentamiento es una pieza clave en la dinámica poblacional de este tipo de organismos y un proceso complejo en el sentido de que está determinado por múltiples factores operando e interactuando en varios hábitats y a diversas escalas temporales y espaciales (Connell, 1985; Eckman, 1996; Sponaugle et al., 2002; Navarreteet al., 2005; Porri et al., 2006ª;Pineda et al., 2009).
El estudio de los patrones espaciales y temporales de asentamiento es un método indirecto ampliamente utilizado para inferir los procesos pre-asentamiento que los determinan (Shanks, 1986; Farrellet al., 1991; Roughgarden et al., 1991; Pineda, 1994b; Wing et al., 1995a; 1995b; Pineda, 2000; Vargas et al., 2004; Ladah et al., 2005; Narváez et al., 2006). Los datos de asentamiento tienen ciertas limitaciones a la hora de inferir los procesos pre-asentamiento, especialmente por las diferencias en la integración temporal de ambos procesos (Pineda, 1999; Pineda & López, 2002). De todos modos, el uso de datos de asentamiento presenta una serie de ventajas frente al estudio directo de la abundancia larvaria (Pineda 2000; Narváez, 2006). Por un lado, la identificación a nivel de especie es mucho más sencilla en post-larvas de bivalvos (Fuller & Lutz, 1989; Garland & Zimmer, 2002b) y por otro lado, los datos de asentamiento permiten identificar más fácilmente los procesos más relevantes para el establecimiento de las poblaciones (Narváez et al., 2006).
Los procesos pre-asentamiento que determinan los patrones de asentamiento son jerárquicos. Estos procesos son tanto seriales en el tiempo como ordenados en el espacio, comenzando con procesos en el pool larvario, alejados del lugar de asentamiento, y finalizando con procesos que tienen lugar alrededor del lugar de asentamiento (Pineda et al., 2009). Procesos oceanográficos "offshore" a gran escala operan en primer lugar e impactan sobre mayores abundancias que los procesos costeros a pequeña escala que operan en último lugar e impactan sobre relativamente pocos individuos (Pineda, 2000). Estos procesos a gran escala, responsables de variaciones en el suministro de larvas para el asentamiento son procesos que determinan la magnitud de la puesta, la supervivencia hasta el completo desarrollo larvario, y el transporte hacia la costa (Tapia and Pineda, 2007). Es por ello que la elevada variabilidad temporal y espacial que presenta el asentamiento ha sido atribuida en gran medida a los mecanismos físicos envueltos en el transporte hacia la costa (Queiroga et al., 2007).
Traducción - inglés 1. Introduction
The mussel Mytilus galloprovincialis, like most benthic organisms, presents a complex life cycle, which includes a planktonic larval stage and an adult sessile or sedentary stage. Larvae of invertebrate species in temperate latitudes, such as M. galloprovincialis, show larval cycles around 4 weeks long (Cáceres-Martinez, 1994; Levin and Bridges, 1995) during which multiple physical and biological processes determine the balance between mortality, dispersion and retention within parental habitats (Sponaugle et al., 2002; Pineda et al., 2009). Settlement is the process linking larval and benthic life, and includes larval contact and adherence to substrate and their metamorphosis (Connell, 1985). Settlement is a key piece in the population dynamics of this type of organisms and a complex process determined by multiple factors operating and interacting in various habitats and at several temporal and spatial scales (Connell, 1985; Eckman, 1996; Sponaugle et al., 2002; Navarrete et al., 2005; Porri et al., 2006ª;Pineda et al., 2009).
The study of spatial and temporal settlement patterns is a widely accepted indirect method for inferring pre-settlement processes determining them (Shanks, 1986; Farrellet al., 1991; Roughgarden et al., 1991; Pineda, 1994b; Wing et al., 1995a; 1995b; Pineda, 2000; Vargas et al., 2004; Ladah et al., 2005; Narváez et al., 2006). Settlement data have certain limitations for the inference of pre-settlement processes, especially due to differences in temporal integration of both processes (Pineda, 1999; Pineda & López, 2002). However, the use of settlement data presents a number of advantages against the direct study of larval abundance (Pineda 2000; Narváez, 2006). On the one hand, identification at the level of species is much easier on postlarval stages of bivalves (Fuller & Lutz, 1989; Garland & Zimmer, 2002b); and, on the other hand, settlement data allow for an easier identification of the most relevant processes for the establishment of populations (Narváez et al., 2006).
Pre-settlement processes determining settlement patterns are hierarchic. These processes are both serial in time and ordered in space, starting with processes in the larval pool, far from the settlement site, and finishing with processes occurring around the settlement site (Pineda et al., 2009). Large-scale offshore oceanographic processes operate in the first place and impact higher numbers of individuals than small-scale near-shore processes, which operate last and impact relatively fewer individuals (Pineda, 2000). These large-scale processes, responsible for variations in the supply of settling larvae, determine magnitude of spawns, survival through larval cycle until complete development, and shoreward transport (Tapia and Pineda, 2007). For this reason, the high temporal and spatial variability in settlement has been largely attributed to physical mechanisms involved in shoreward transport (Queiroga et al., 2007).
español al inglés: Article about marine ecosystems - maërl General field: Ciencias Detailed field: Medioambiente y ecología
Texto de origen - español ‘Maërl’ es un término bretón que hace alusión a una comunidad marina constituida fundamentalmente por algas coralináceas no geniculadas de vida libre y lento crecimiento (Adey & McKibbin 1970, Cabioch 1974, Potin et al. 1990, Blake & Maggs 2003). La palabra maërl se emplea principalmente en estudios de la costa atlántica europea, mientras que el término rodolito está más generalizado a nivel mundial, pero también contempla algas coralináceas de vida libre cuyo nódulo central puede tener otro tipo de naturaleza que no sea algal (Bosellini & Ginsburg 1971, Bosence 1983, Birkett et al. 1998, Foster 2001). En el caso de Galicia, la variedad de términos empleados por los pescadores para denominar el maërl ("arena de coral", "coral", "arneste" y "brujal") indican el peso de esta formación vegetal en los fondos marinos de esta región.
El movimiento de agua es un factor clave en la distribución del maërl, ya que las mayores extensiones y abundancias se encuentran en zonas de fuerte corriente de marea, o en áreas relativamente semiexpuestas de mar abierto con suficiente acción del oleaje, como bahías o ensenadas (Bosence 1976). Las características hidrodinámicas del área así como el rango batimétrico pueden determinar además la morfología y grado de densidad de ramificación del maërl (Bosence 1976, 1983, Steller & Foster 1995, Foster et al. 1997, Yabur-Pacheco & Riosmena-Rodríguez 2007). De acuerdo con estos autores, en los bancos de maërl de mayor profundidad así como los situados en áreas más protegidas, dominan las formas aplanadas y de baja densidad de ramificación, mientras que las formas más inestables como las esferoidales y elipsoidales densamente ramificadas son más abundantes en bancos someros y expuestos.
La importancia ecológica del maërl viene dada por la alta diversidad de fauna y flora que alberga y al gran número de nichos ecológicos que genera su estructura tridimensional (Bosence 1983, Birkett et al. 1998, Barberá et al. 2003). La comunidad de maërl constituye además uno de los ecosistemas más productivos en la región templada (Martin et al. 2005, 2007a), es considerada la "fábrica de carbonato" de las costas europeas (Bosence & Wilson 2003, Martin et al. 2007b) y contribuye al mantenimiento del pH de agua de mar (Canals & Ballesteros 1997).
El maërl sufre una explotación directa por su valor comercial como estabilizador de acidez del suelo y aditivo para alimentación animal, así como otros usos industriales en la síntesis de filtros de depuradoras y su aplicación en productos de cosmética y farmacéutica (López-Benito 1963, Blunden et al. 1981, Cabioch 1997, Gray et al. 2000, Grall 2003). También soporta una explotación indirecta por pesca de arrastre, así como otras actividades como los amarres con cadenas y fondeos no regulados (Hall-Spencer & Moore 2000, Bordehore et al. 2003). La eutrofización, la contaminación por metales pesados, la acuicultura y la introducción de especies alóctonas también han sido reconocidas como efectos negativos sobre esta comunidad (Hily et al.1992, Grall & Glémarec 1997, De Grave & Whitaker 1999, De Grave et al. 2000, Barberá et al. 2003, Grall & Hall-Spencer 2003, Hall-Spencer et al. 2003, 2006, Kamenos et al. 2003, Wilson et al. 2004).
Dada la importancia biológica de esta comunidad y su alta sensibilidad a numerosos impactos, la protección de esta comunidad está legislada en diversas normativas. En Europa, las dos especies formadoras de maërl más representativas, Phymatolithon calcareum (Pallas) Adey & McKibbin y Lithothamnion corallioides (P. & H. Crouan) P. & H. Crouan están incluidas en el anexo V de la Directiva Habitat. La comunidad de maërl está incluída en la Red Natura 2000, en el Anexo I de la Directiva Habitat y en la red EUNIS (European Nature Information System). Asimismo, el Reglamento (CE) 1967/2006, relativo a las medidas de gestión para la explotación sostenible de los recursos pesqueros en el mar Mediterráneo, ha prohibido las actividades de arrastre sobre los fondos de maërl. También, en el desarrollo de los Convenios internacionales de Barcelona (1995) y Berna (1996) se ha recomendado su protección y conservación. Por otra parte, ambas especies aparecen clasificadas como "vulnerables" en el catálogo de especies amenazadas de Galicia (Bárbara et al. 2006).
Traducción - inglés ‘Maërl’ is a breton term which refers to a marine community mainly constituted by non-geniculate, free-living, slow-growing coralline algae (Adey & McKibbin 1970, Cabioch 1974, Potin et al. 1990, Blake & Maggs 2003). The word maërl is mainly used in studies on the European Atlantic coast, while the term “rhodolith” is globally widespread, although it also applies to free-living coralline algae whose central nucleus may be of non-algal nature (Bosellini & Ginsburg 1971, Bosence 1983, Birkett et al. 1998, Foster 2001). In the case of Galicia, the variety of terms employed by fishermen to denominate maërl ("arena de coral", "coral", "arneste" and "brujal") show the importance of this vegetal formation in this region’s sea beds.
Water flow is a key factor in maërl distribution, since the greatest extensions and highest abundances are found in areas with strong tidal currents or in areas relatively exposed to open sea and with sufficient wave action, such as embayments or inlets (Bosence 1976). Hydrodynamic features of the area, as well as bathymetric range, can also determine maërl morphology and degree of ramification density (Bosence 1976, 1983, Steller & Foster 1995, Foster et al. 1997, Yabur-Pacheco & Riosmena-Rodríguez 2007). According to these authors, in those maërl beds at higher depths, as well as in those in more sheltered areas, flattened shapes with low ramification density prevail, while more unstable shapes such as spheroidal and ellipsoidal, densely ramified ones are more abundant in shallow and exposed beds.
The ecological importance of maërl is due to the high faunal and floral diversity it hosts and to the high number of ecological niches generated by its three-dimensional structure (Bosence 1983, Birkett et al. 1998, Barberá et al. 2003). The maërl community also constitutes one of the most productive ecosystems in the temperate regions (Martin et al. 2005, 2007a), is considered the “carbonate factory” of the European coasts (Bosence & Wilson 2003, Martin et al. 2007b) and contributes to pH maintenance in seawater (Canals & Ballesteros 1997).
Maërl is under direct exploitation due to its commercial value as a ground acidity stabilizer and as an additive in animal feeds, among other industrial uses such as its application in the synthesis of water purification filters and in cosmetic and pharmaceutical products (López-Benito 1963, Blunden et al. 1981, Cabioch 1997, Gray et al. 2000, Grall 2003). It is also subject to indirect exploitation by trawl fishing, as well as other activities such as unregulated chain mooring and anchoring (Hall-Spencer & Moore 2000, Bordehore et al. 2003). Eutrophication, heavy metal pollution, aquaculture and the introduction of exotic species have also been recognized as negative effects on this community (Hily et al.1992, Grall & Glémarec 1997, De Grave & Whitaker 1999, De Grave et al. 2000, Barberá et al. 2003, Grall & Hall-Spencer 2003, Hall-Spencer et al. 2003, 2006, Kamenos et al. 2003, Wilson et al. 2004).
Given the ecological importance of this community and its high sensitivity to various impacts, its protection is enforced by different regulations. In Europe, the two most representative maërl-forming species, Phymatolithon calcareum (Pallas) Adey & McKibbin and Lithothamnion corallioides (P. & H. Crouan) P. & H. Crouan, are included in Annex V of the Habitat Directive. Maërl communities are included in the Natura 2000 Network, in Annex I of the Habitat Directive and in the EUNIS (European Nature Information System) network. Likewise, Council Regulation (CE) No. 1967/2006, concerning management measures for the sustainable exploitation of fisheries resources in the Mediterranean Sea, has banned trawling activity on maërl beds. Additionally, during the development of the International Agreements of Barcelona (1995) and Berna (1996) their protection and conservation has been recommended. On the other hand, both species have been classified as “vulnerable” in the Galician catalogue of endangered species (Bárbara et al. 2006).
inglés al español: Article about fisheries genetics General field: Ciencias Detailed field: Genética
Texto de origen - inglés Observed patterns of genetic variability among marine populations are shaped not only by contemporary levels of gene flow, but also by divergences during historical isolations. We examined variability at 15 SNP loci and in mtDNA sequences (COI, 665 bp) in red king crab from 17 localities in the North Pacific. These markers define three geographically distinct evolutionary lineages (SNPs, F(CT) = 0.054; mtDNA Φ(CT) = 0.222): (i) Okhotsk Sea-Norton Sound-Aleutian Islands, (ii) southeastern Bering Sea-western Gulf of Alaska, and (iii) Southeast Alaska. Populations in the Bering Sea and in Southeast Alaska are genetically heterogeneous, but populations in the center of the range are homogeneous. Mitochondrial DNA diversity drops from h = 0.91 in the northwestern Pacific to h = 0.24 in the Southeast Alaska. Bayesian skyline plots (BSPs) indicate postglacial population expansions, presumably from ice-age refugia. BSPs of sequences simulated under a demographic model defined by late Pleistocene temperatures failed to detect demographic variability before the last glacial maximum. These results sound a note of caution for the interpretation of BSPs. Population fragmentation in the Bering Sea and in Southeast Alaskan waters requires population management on a small geographic scale, and deep evolutionary partitions between the three geographic groups mandate regional conservation measures.
Evolutionary biologists and marine fishery managers are challenged with two questions. First, how do genetic differences arise among marine populations? A prevailing paradigm postulates that populations diverge, in part, because of contemporary processes, including random drift and selection. Despite large potentials for dispersal of planktonic larvae in many marine species, shoreline topography and ocean currents, in some cases, isolate populations and promote divergence (Cowen and Sponaugle 2009). Ideally, the spatial scale of management should coincide with these natural subdivisions (Waples and Gaggiotti 2006). Second, how have historical events influenced the distribution of genetic diversity in contemporary populations? The legacies of historical events, such as ice- age vicariances, extinctions, dispersals, and colonizations, are not always considered when applying genetic data to management problems. Molecular markers can be used to address these questions by defining population boundaries and by placing the origins of population structures into a historical context. However, the application of genetic data to ecologically based management is not always straight- forward, because genetic and ecological processes operate on different time scales (Waples et al. 2008; but see Watts et al. 2007). Here, we focus on populations of Paralithodes camtschaticus (Tilesius, 1815; red king crab) in the North Pacific and Bering Sea. This species is the largest and most abundant of the king crabs in the North Pacific and extends from the Sea of Japan (Sato 1958) to northern British Columbia, Canada (Butler and Hart 1962), and into the Bering and Chukchi seas (Feder et al. 2005). In Alaska, harvests are managed on the basis of nine registration areas (Fig. 1: A, D, E, H, K, M, O, T, and Q). Addition- ally, the transport and release of invertebrates in Alaskan waters are regulated by six larval drift zones (based on ocean current patterns), which largely coincide with registration areas, except in the western Gulf of Alaska, which encompasses more than one registration area. Large fisheries in the southeastern Bering Sea and Gulf of Alaska have been reduced or closed (Otto 1986; Orensanz et al. 1998; Bechtol and Kruse 2009), because populations have declined owing to ocean–climate regime shifts (Mantua and Hare 2002; Kruse 2007) and overharvesting (Dew and McConnaughey 2005; Zheng and Kruse 2006; Bechtol and Kruse 2009). Declining harvests have prompted a consortium of stakeholders to develop hatchery technology to rebuild stocks through the large-scale release of hatchery stock (AKCRRAB 2011). Several factors potentially influence genetic population structure of red king crab on historical and contemporary time scales. Adults move seasonally between deep water to feed and shallow water to breed (Dew 1990; Stone et al. 1992). Larval dispersal is initially limited, because developing eggs are attached to female pleopods for nearly a year before hatching (Marukawa 1933). After hatching, larvae drift in the fast-moving currents along Alaska’s coast (Shirley and Shirley 1989a) and influence population structure by promoting gene flow between populations (Bradbury et al. 2008; Selkoe and Toonen 2011). However, ocean fronts, mesoscale eddies (Hermann et al. 2002), complex shore lines, and habitat patchiness may limit larval movement. On large temporal scales, climate cycles of cooling and warming greatly impacted the abundances and distributions of marine populations around the North Pacific (Grant and Utter 1984; Canino et al. 2010).
Traducción - español Los patrones de variabilidad genética observados entre poblaciones marinas no vienen únicamente determinados por los niveles actuales de flujo genético, sino también por divergencias durante eventos históricos de aislamiento. Examinamos la variabilidad en 15 loci SNP y en secuencias de ADN mitocondrial (COI, 665 pb) en cangrejos rojos gigantes procedentes de 17 localidades del Pacífico Norte. Estos marcadores definen tres linajes evolutivos geográficamente distintos (SNPs, F(CT) = 0.054; ADNmt Φ(CT) = 0.222): (i) mar de Okhotsk –bahía de Norton – islas Aleutianas, (ii) sudeste del mar de Bering – oeste del golfo de Alaska, y (iii) sudeste de Alaska. Las poblaciones del mar de Bering y del sudeste de Alaska son genéticamente heterogéneas, pero las poblaciones del centro del rango geográfico son homogéneas. La diversidad del ADN mitocondrial desciende desde h = 0.91 en el Pacífico noroeste hasta h = 0.24 en el sudeste de Alaska. Los gráficos de horizontes bayesianos (BSP) indican expansiones postglaciales de las poblaciones, presumiblemente a partir de refugios glaciales. Los gráficos BSP de secuencias simuladas según un modelo demográfico definido por temperaturas del Pleistoceno tardío no detectaron variabilidad demográfica anterior al último máximo glacial. Estos resultados sugieren precaución a la hora de interpretar los gráficos BSP. La fragmentación de las poblaciones en el mar de Bering y en aguas del sudeste de Alaska requiere de la gestión de las poblaciones a una escala geográfica reducida, y la profunda separación evolutiva entre los tres grupos geográficos exige medidas de conservación regionales.
Los biólogos evolutivos y los gestores de pesquerías marinas se enfrentan a dos cuestiones. En primer lugar, ¿cómo surgen las diferencias genéticas entre poblaciones marinas? El paradigma predominante postula que las poblaciones divergen, en parte, debido a procesos contemporáneos, incluyendo deriva y selección aleatorias. A pesar del gran potencial de dispersión de las larvas planctónicas en muchas especies marinas, la topografía costera y las corrientes oceánicas aíslan, en algunos casos, a las poblaciones y propician la divergencia (Cowen y Sponaugle 2009). Idealmente, la escala espacial de gestión debería coincidir con estas subdivisiones naturales (Waples y Gaggiotti 2006). En segundo lugar, ¿de qué modo han influido los eventos históricos sobre la distribución de la diversidad genética en poblaciones actuales? El legado de los eventos históricos, tales como las vicarianzas, extinciones, dispersiones y colonizaciones glaciales no siempre se tienen en cuenta al aplicar datos genéticos a problemas de gestión. Los marcadores moleculares pueden ser empleados para abordar estas cuestiones mediante la definición de los límites poblacionales y la contextualización histórica de los orígenes de sus estructuras poblacionales. No obstante, la aplicación de datos genéticos a la gestión basada en información ecológica no siempre es directa, dado que los procesos genéticos y ecológicos operan a diferentes escalas temporales (Waples et al. 2008; pero véase Watts et al. 2007). En el presente documento, nos centramos en poblaciones de Paralithodes camtschaticus (Tilesius, 1815; cangrejo rojo gigante) en el Pacífico norte y el mar de Bering. Esta especie es la mayor y más abundante de los cangrejos gigantes del Pacífico norte y se extiende desde el mar de Japón (Sato 1958) hasta el norte de la Columbia Británica, Canadá (Butler y Hart 1962), y hasta los mares de Bering y Chukchi (Feder et al. 2005). En Alaska, las capturas son gestionadas de acuerdo a nueve áreas de registro (Fig. 1: A, D, E, H, K, M, O, T y Q). Asimismo, el transporte y liberación de invertebrados en aguas de Alaska están regulados por seis zonas de deriva larvaria (basadas en patrones de circulación oceánica), que coinciden en gran medida con las áreas de registro, excepto en el golfo de Alaska, que abarca más de un área de registro. Las grandes pesquerías del sudeste del mar de Bering y del golfo de Alaska han sido reducidas o cerradas (Otto 1986; Orensanz et al. 1998; Bechtol y Kruse 2009), dado que las poblaciones han disminuido debido a cambios de régimen oceánico y climático (Mantua y Hare 2002; Kruse 2007) y a la sobreexplotación (Dew y McConnaughey 2005; Zheng y Kruse 2006; Bechtol y Kruse 2009). Las capturas en descenso han motivado la creación de un consorcio de partes interesadas para desarrollar la tecnología de cultivo necesaria para recuperar las poblaciones a través de la liberación a gran escala de stocks criados en cautividad (AKCRRAB 2011). Varios factores influyen potencialmente sobre la estructura genética de la población de cangrejo rojo gigante a escalas temporales históricas y contemporáneas. Los adultos se desplazan estacionalmente entre aguas profundas para la alimentación y aguas someras para la reproducción (Dew 1990; Stone et al. 1992). La dispersión larvaria es inicialmente limitada, ya que los huevos en desarrollo se mantienen unidos a los pleópodos de las hembras durante casi un año antes de eclosionar (Marukawa 1933). Tras la eclosión, las larvas derivan en las rápidas corrientes a lo largo de la costa de Alaska (Shirley y Shirley 1989a) y afectan a la estructura poblacional facilitando el flujo genético entre poblaciones (Bradbury et al. 2008; Selkoe and Toonen 2011). No obstante, los frentes oceánicos, los remolinos a mesoescala (Hermann et al. 2002), las líneas costeras complejas y la discontinuidad de los hábitats pueden limitar el movimiento larvario. A escalas temporales grandes, los ciclos climáticos de enfriamiento y calentamiento impactaron enormemente sobre las abundancias y distribuciones de las poblaciones marinas en el Pacífico norte (Grant y Utter 1984; Canino et al. 2010).
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Formación en el ámbito de la traducción
Master's degree - University of Cordoba (2014-2015)
Experiencia
Años de experiencia: 17 Registrado en ProZ.com: Dec 2013 Miembro desde Apr 2014
17 años de experiencia (10 a tiempo completo y 7 a tiempo parcial) en traducción, revisión y edición de textos científicos y técnicos para centros de investigación, universidades y consultorías privadas:
- Publicaciones científicas, presentaciones para congresos internacionales, cursos y material formativo y divulgativo para universidades y centros de investigación.
- Proyectos de investigación europeos e internacionales (solicitudes, documentos internos, informes, comunicaciones).
- Traducciones en materia de conservación ambiental, sostenibilidad y derechos humanos para ONG y otras organizaciones internacionales.
- Informes médicos, ensayos clínicos, hojas de consentimiento, etc.
- Validación lingüística en el ámbito médico y farmacéutico
- Presentaciones de diapositivas y contenidos de conferencias, cursos, etc.
- Manuales de software científico, material de márketing médico, etc.
- Protocolos de laboratorio, gestión de calidad y medio ambiente.
- Pesca sostenible: evaluaciones, documentación para certificaciones, ponencias, material divulgativo.
7 años de experiencia (2015-actualidad) como editora y traductora de una empresa de diagnóstico genético.
1 año de experiencia (2014-2015) como traductora e intérprete de juzgados para la Administración de Justicia de la Xunta de Galicia (España).
Otra experiencia en traducción: traducción de textos literarios, artículos y entrevistas para magazines culturales y medios online, así como libros sobre fotografía y artes gráficas.
Experiencia en el ámbito científico: 12 años de experiencia (1999-2011) como investigadora científica en el ámbito de la investigación pesquera, biología marina, ecología y medio ambiente, tanto en centros de investigación públicos como en consultorías privadas.
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