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Muestrario
Muestras de traducción: 7
inglés al español: Pathophysiologic Basis of Peptic Ulcer Disease General field: Medicina Detailed field: Medicina (general)
Texto de origen - inglés Pathophysiologic Basis of Peptic Ulcer Disease
PUD encompasses both gastric and duodenal ulcers. Ulcers are defined as breaks in the mucosal surface >5 mm in size, with depth to the submucosa. Duodenal ulcers (DUs) and gastric ulcers (GUs) share many common features in terms of pathogenesis, diagnosis, and treatment, but several factors distinguish them from one another.
EPIDEMIOLOGY
Duodenal Ulcers
DUs are estimated to occur in 6-15% of the Western population. The incidence of DUs declined steadily from 1960 to 1980 and has remained stable since then. The death rates, need for surgery, and physicians visits have decreased by >50% over the past 30 years. The reason for the reduction in the frequency of DUs is likely related to the decreasing frequency of Helicobacter pylori. Before the discovery of H. pylori, the natural history of DUs was typified by frequent recurrences after initial therapy. Eradication of H. pylori has greatly reduced these recurrence rates.
Gastric Ulcers
Gus tend to occur later in life than duodenal lesions, with a peak incidence reported in the sixth decade. More than half of Gus occur in males and are less common than DUs, perhaps due to the higher likelihood of Gus being silent and presenting only after a complication develops. Autopsy studies suggest a similar incidence of DUs and Gus.
PATHOLOGY
Duodenal Ulcers
DUs occur most often in the first portion of duodenum (
Traducción - español Bases fisiopatológicas de la enfermedad de úlcera péptica (EUP)
Las úlceras se definen como lesiones de la superficie mucosa de hasta 5 mm de longitud que penetran hasta la submucosa. La EUP incluye tanto la úlcera gástrica (UG) como la úlcera duodenal (UD). Ambas comparten muchas características patogénicas, de diagnóstico y de tratamiento, pero también se diferencian en varios aspectos.
EPIDEMIOLOGÍA
Úlceras duodenales
Se estima que las UD afectan entre el 6 y el15 % de la población occidental. Entre los años 1960 y 1980 la incidencia de esta enfermedad decreció paulatinamente y, desde entonces, se ha mantenido estable. En los últimos 30 años los índices de mortalidad, las intervenciones quirúrgicas y las visitas médicas relacionadas con esta enfermedad se han reducido en más de un 50 % y se cree que esto es debido a la disminución en la frecuencia de aparición de la Helicobacter pylori (HP). Antes del descubrimiento de la HP, la evolución natural de las UD se caracterizaba por las frecuentes recurrencias después de haber recibido el tratamiento inicial. Tras su erradicación, estas tasas de recurrencia se redujeron considerablemente.
Úlceras gástricas
Las UG suelen aparecer a una edad más tardía que las lesiones duodenales, con un pico de incidencia registrado a partir de los 60 años, y, sobre todo, en varones (más del 50 % de los afectados son hombres). Son menos frecuentes que las UD y se cree que esto podría deberse al hecho de que las UG suelen ser asintomáticas y, por eso, solo se manifiestan cuando se desarrolla una complicación. Las autopsias indican que la incidencia de UD y UG es similar.
PATOLOGÍA
Úlceras duodenales
La mayoría de las UD aparecen en la primera porción del duodeno (>95 %) y aproximadamente un 90 % se localizan a menos de 3 cm del píloro. Suelen presentar un tamaño de hasta 1 cm de diámetro aunque, en ocasiones, pueden llegar a los 3-6 cm (úlceras gigantes). Las úlceras están claramente delimitadas y a veces penetran hasta la lámina muscular propia. El fondo de la úlcera está compuesto por una zona de necrosis eosinofílica rodeada de fibrosis. Las UD malignas son totalmente atípicas.
Úlceras gástricas
Por el contrario, las UG pueden ser malignas. Las UG benignas suelen ser distales a la unión entre el antro gástrico y la mucosa secretora de ácido, rara vez aparecen en el fondo gástrico y presentan unas características histológicas similares a las UD. Aquellas que están asociadas al HP también se vinculan con la gastritis antral. En cambio, las UG causadas por los AINE no van acompañadas de gastritis crónica activa; sin embargo, pueden dar lugar a gastropatías químicas, caracterizadas por hiperplasia foveolar, edema en la lámina propia y regeneración epitelial en ausencia de HP. Además, también puede producirse una extensión de las fibras musculares lisas hacia las partes altas de la mucosa, donde no suele ser habitual.
FISIOPATOLOGÍA
Úlceras duodenales
La HP y las lesiones producidas por los AINE son las causantes de la mayoría de las UD. Muchas de las anomalías en el proceso de secreción gástrica se han observado en pacientes con UD. Dos de estas anomalías son el aumento de la secreción media de ácido basal y nocturna en pacientes con UD con respecto a la población de control. Sin embargo, las coincidencias entre estos sujetos y los pacientes con UD son significativas. La causa de esta alteración del proceso de secreción se desconoce pero se cree que puede estar relacionada con la infección por la HP. En algunos pacientes con UD se ha percibido una aceleración del vaciado gástrico de líquidos , pero todavía no está clara la función que esto podría tener en la formación de la UD, si es que tiene alguna. La secreción de bicarbonato en el bulbo duodenal de los pacientes con UD activas es notablemente menor que en la población de referencia.
Úlceras gástricas
Como en el caso de las UD, la mayoría de las UG también pueden ser producidas por el HP o por las lesiones que los AINE causan en las mucosas. Las UG que se dan en la zona prepilórica o en aquellas partes asociadas a la UD o a una cicatriz de úlcera duodenal presentan una patogénesis similar a la de las UD. La secreción de ácido gástrico (basal y estimulada) tiende a ser normal o reducida en pacientes con UG. Cuando las UG se desarrollan en niveles de ácido mínimos se puede producir una disfunción de los mecanismos de defensa de la mucosa.
En algunos pacientes con UG se han detectado anomalías en la presión del esfínter pilórico tanto en estado de reposo como estimulado con un incremento del reflujo duodenogástrico concomitante. Aunque los ácidos biliares, la lisolecitina y las enzimas pancreáticas pueden dañar la mucosa gástrica, todavía no se ha logrado establecer el rol que estos desempeñan en la patogénesis de las UG. La evacuación gástrica retardada de sólidos se ha descrito en pacientes con UG pero no de forma consistente.
inglés al español: Clopidogrel with Aspirin in Acute Minor Stroke or Transient Ischemic Attack General field: Medicina Detailed field: Medicina (general)
Texto de origen - inglés Clopidogrel with Aspirin in Acute Minor
Stroke or Transient Ischemic Attack
Transient ischemic attack (TIA) and acute minor ischemic stroke are common and often lead to disabling events. In China,
there are approximately 3 million new strokes every year, and approximately 30% of them are minor ischemic strokes.1,2 The incidence of TIA in China has not been determined, but on the
basis of the incidence in other countries, there are probably more than 2 million TIAs annually in China.3-5 The risk of another stroke occurring after a TIA or minor stroke is high, with approximately
10 to 20% of patients having a stroke within 3 months after the index event; most of these strokes occur within the first 2 days.5-8
The role of antiplatelet therapy for secondary stroke prevention has been well established. However, aspirin is the only antiplatelet agent that has been studied in the acute phase of stroke,
during which its benefit is modest.9,10 Aspirin and clopidogrel synergistically inhibit platelet aggregation, 11,12 and such dual therapy reduces the risk of recurrent ischemic events in patients with the acute coronary syndrome.13,14 Large-scale trials
of secondary prevention of ischemic events after stroke have not shown a benefit of the combination of clopidogrel and aspirin.15-17 However, these trials did not study the early, high-risk period after
stroke, they included some patients with strokes of moderate severity, and they included few if any patients with TIA. Three small pilot trials have shown trends toward a benefit of the
combination therapy and minimal safety concerns
in patients with minor stroke or TIA.18-20
We conducted the Clopidogrel in High-Risk Patients with Acute Nondisabling Cerebrovascular Events (CHANCE) trial to test the hypothesis that 3 months of treatment with a combination
of clopidogrel and aspirin would reduce the risk of recurrent stroke, as compared with aspirin alone, among patients with acute high-risk TIA or minor ischemic stroke.
METHODS
STUDY OVERSIGHT
We conducted this study according to the protocol and statistical analysis plan, which are available with the full text of this article at NEJM.org. The trial was designed by three of the authors and
was overseen by the executive committee, which had full access to the data. Data collection and entry were performed by staff at the Tiantan Clinical Trial and Research Center for Stroke, where the
data analysis was performed. One of the authors had full access to an independent database for any questions regarding the analyses. All members of the writing committee contributed to and
approved an earlier draft of this manuscript, which was prepared without professional editorial assistance. The first and last authors made the decision to submit the manuscript for publication.
All the authors assume responsibility for the accuracy and completeness of the data and the fidelity of this report to the study protocol. There was no confidentiality agreement between
the study sponsor (the Ministry of Science and Technology of the People’s Republic of China) and the investigators. There was no commercial support for this study.
All the participants or their legal proxies provided written informed consent. The CHANCE protocol was approved by the ethics committee at each study center. Clopidogrel and the matching
placebo were purchased from Sanofi-Aventis, which had no other role in the study.
STUDY POPULATION
Patients who met the following inclusion criteria were eligible: age of 40 years or older; diagnosis of an acute minor ischemic stroke or TIA; and ability to start the study drug within 24 hours after symptom onset, which was defined as the point at which the patient reported no longer being in a normal condition. Acute minor stroke was defined by a score of 3 or less at the time of randomization on the National Institutes of Health Stroke Scale (NIHSS; scores range from 0 to 42, with higher scores indicating greater deficits). TIA was defined as focal brain ischemia with resolution of symptoms within 24 hours after onset plus a moderate-to-high risk of stroke recurrence (defined as a score of ≥4 at the time of randomization on the ABCD,2 which assesses the risk of stroke on the basis of age, blood pressure, clinical features, duration of TIA, and presence or absence of diabetes; scores range from 0 to 7, with higher scores indicating greater short-term risk).
All patients with possible clinical neurologic events during the follow-up period underwent computed tomography (CT) or magnetic resonance imaging (MRI) of the head. Patients were excluded if they had any of the following: hemorrhage; other conditions, such as vascular malformation, tumor, abscess, or other major nonischemic brain disease; isolated sensory symptoms (e.g., numbness), isolated visual changes, or isolated dizziness or vertigo without evidence of acute infarction
on baseline CT or MRI of the head; a score of more than 2 on the modified Rankin scale (scores range from 0 [no symptoms] to 6 [death]) immediately before the occurrence of the index ischemic stroke or TIA, indicating moderate disability or worse at baseline; an NIHSS score of 4 or more at randomization; a clear indication
for anticoagulation therapy (presumed cardiac source of embolus, such as atrial fibrillation or prosthetic cardiac valve) or a contraindication to clopidogrel or aspirin; history of intracranial hemorrhage; anticipated requirement for long-term nonstudy antiplatelet drugs or for nonsteroidal antiinflammatory drugs affecting platelet function; heparin therapy or oral anticoagulation therapy within 10 days before randomization; gastrointestinal
bleeding or major surgery within the previous 3 months; planned or probable revascularization (any angioplasty or vascular surgery)
within 3 months after screening (if clinically indicated, vascular imaging was to be performed before randomization, whenever possible); planned surgery or interventional treatment requiring
cessation of the study drug; TIA or minor stroke caused by angiography or surgery; or severe noncardiovascular coexisting condition, with a life expectancy of less than 3 months. Women of
childbearing age who were not practicing reliable contraception and did not have a documented negative pregnancy test and patients receiving other investigational drugs or devices were also
excluded (see Table S1 in the Supplementary Appendix,
available at NEJM.org). No patients included in the study were treated with thrombolysis around the time of randomization.
STUDY DESIGN
CHANCE was a randomized, double-blind, placebo-controlled clinical trial conducted at 114 clinical centers in China; details of the rationale for the study and its design have been published
previously.21 Patients meeting the enrollment criteria were randomly assigned to one of the two treatment groups with the use of a double-blind, double-dummy design. The site investigator called into an automated system that randomly assigned a number corresponding to a medication kit stored at the study site, and the medication in the kit was administered to the patient.
Both groups received open-label aspirin on day 1 (with the dose ranging from 75 to 300 mg, at the discretion of the treating physician). Patients randomly assigned to the clopidogrel–aspirin
group received a loading dose of 300 mg of clopidogrel on day 1, followed by a dose of 75 mg per day on days 2 through 90, aspirin at a dose of 75 mg per day on days 2 through 21, and placebo
aspirin on days 22 through 90. Patients randomly assigned to the aspirin group received a placebo version of clopidogrel on days 1 through 90 and aspirin at a dose of 75 mg per day on days 2
through 90. Randomization was stratified according to clinical center and interval between symptom onset and enrollment (
Traducción - español Tratamiento combinado de clopidogrel y
aspirina tras ictus isquémico menor o ataque isquémico transitorio
El ataque isquémico transitorio (AIT) y el ictus isquémico menor ocurren con frecuencia y a menudo causan discapacidades. En China se producen unos 3 millones de accidentes cerebrovasculares nuevos cada año, de los cuales aproximadamente el 30 % son ictus isquémicos menores. La incidencia del AIT en China todavía no se ha determinado pero basándonos en la incidencia en otros países es probable que en China sea superior a los 2 millones de casos cada año. El riesgo de recurrencia de ictus tras un AIT o un ictus isquémico menor es elevado, ya que aproximadamente entre el 10 % y el 20 % de los pacientes vuelve a sufrir otro accidente cerebrovascular (ACV) durante los tres meses posteriores al episodio inicial. La mayoría de ellos se produce durante los primeros dos días.
Se ha demostrado que el tratamiento antiagregante plaquetario desempeña un papel relevante en la prevención de un segundo ACV. Sin embargo, el único fármaco antiplaquetario estudiado en la fase aguda del ACV ha sido la aspirina, cuyos beneficios han sido modestos. La combinación de la aspirina y el clopidogrel inhibe la agregación plaquetaria y este tratamiento dual reduce el riesgo de recurrencia de episodios isquémicos en pacientes con síndrome coronario agudo. Los ensayos clínicos a gran escala sobre la prevención de un segundo episodio isquémico tras el accidente cerebrovascular no han podido demostrar que la combinación de clopidogrel y aspirina aporte beneficios. Sin embargo, esos ensayos no estudiaron la etapa inicial tras el ACV, que es de alto riesgo; incluyeron a algunos pacientes con ACV de gravedad moderada y casi ninguno o ninguno con AIT. Los resultados de tres ensayos clínicos piloto a pequeña escala apuntan que pueden existir beneficios del tratamiento combinado y problemas de seguridad mínimos en pacientes con ACV menor o AIT.
Llevamos a cabo el ensayo clínico CHANCE (Clopidogrel in High-Risk Patients with Acute Nondisabling Cerebrovascular Events) para demostrar la hipótesis de que 3 meses de tratamiento combinado de clopidogrel y aspirina – en vez de solo con aspirina – reduciría el riesgo de ACV recurrente en pacientes con AIT de alto riesgo o ACV isquémico menor.
METODOLOGÍA
SUPERVISIÓN DEL ESTUDIO
Llevamos a cabo este estudio según el de protocolo y el plan de análisis estadístico, disponibles junto con el texto completo de este artículo en NEJM.org. El ensayo clínico fue diseñado por tres de los autores y supervisado por el comité ejecutivo, que tenía acceso completo a los datos. La compilación y registro de los datos estuvo a cargo del personal del Centro de Ensayos Clínicos e Investigación de Accidentes Cardiovasculares de Tiantán, donde se realizó el análisis de datos. Uno de los autores tenía acceso completo a una base de datos independiente para cualquier cuestión relacionada con los análisis. Todos los miembros del comité redactor contribuyeron al borrador previo a este manuscrito –que fue redactado sin asistencia editorial profesional – y lo aprobaron. El primer y el último autor tomaron la decisión de presentar el manuscrito para publicación. Todos los autores asumen la responsabilidad de la precisión y la integridad de los datos, y la fidelidad de este informe al protocolo del estudio. No hubo ningún acuerdo de confidencialidad entre el patrocinador del estudio (el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la República Popular China) y los investigadores. Tampoco hubo respaldo económico para llevar a cabo este estudio.
Todos los participantes o sus representantes legales dieron su consentimiento informado por escrito. El protocolo de CHANCE fue aprobado por el comité de ética de cada centro de estudio. El clopidogrel y su placebo se adquirieron en Sanofi-Aventis, que no tuvo ninguna otra implicación en el estudio.
POBLACIÓN DEL ESTUDIO
Se consideraron aptos para el estudio aquellos pacientes que cumplían los siguientes requisitos de inclusión: ser mayores de 40 años, haber sido diagnosticados de un ictus isquémico menor o un AIT y poder empezar a tomar el fármaco del estudio en las 24 horas posteriores a la aparición de los síntomas – periodo que se determinó como el plazo a partir del cual el paciente indicaba que ya no se encontraba en condiciones normales. El ACV isquémico menor se definió con un valor de hasta 3 puntos en la NIHSS (Escala de Ictus del Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos, donde se valora la gravedad del episodio entre 0 y 42, siendo los niveles más altos indicadores de deficiencias más graves) en el momento de la aleatorización. El AIT se definió como isquemia cerebral focal con resolución de síntomas en un plazo de 24 horas después del inicio y riesgo moderado-alto de recurrencia de ACV (definido en el momento de aleatorización como igual o mayor de 4 en la escala ABCD, que evalúa el riesgo de ACV en función de la edad, la presión arterial, los hallazgos clínicos, la duración del AIT y la presencia o ausencia de diabetes, y varía de 0 a 7, donde los valores más altos indican mayor riesgo a corto plazo).
A todos aquellos pacientes con posibles episodios neurológicos durante el periodo de seguimiento se les practicó una tomografía computadorizada (TC) o una resonancia magnética (RM) del cráneo. Fueron excluidos del estudio aquellos pacientes con hemorragias; otras afecciones, como malformaciones vasculares, tumores, abscesos u otras enfermedades cerebrales no isquémicas graves; síntomas sensoriales aislados (ej. entumecimiento), alteraciones visuales, mareos o vértigo también aislados y sin signos de infarto agudo en la TC o la RM del cráneo iniciales; una puntuación superior a 2 en la escala modificada de Rankin (los valores van de 0 [ningún síntoma] a 6 [muerte]) inmediatamente antes del ACV isquémico inicial o el AIT, indicadores de una discapacidad moderada o grave en el momento inicial, o aquellos que presentaban un valor de 4 o superior en la escala NIHSS en el momento de la aleatorización. También se excluyeron aquellos con indicación clara de tratamiento anticoagulante (posible origen cardiaco del émbolo, como fibrilación auricular o una válvula cardíaca protésica) o presentaban contraindicaciones al clopidogrel o la aspirina; los que presentaban antecedentes de hemorragias intracraneales; y aquellos que pudieran necesitar, a largo plazo, fármacos antiplaquetarios o antiinflamatorios no esteroideos diferentes a los utilizados en el estudio que podrían afectar la función plaquetaria. También, los que estuvieran bajo tratamiento con heparina o anticoagulantes orales durante los diez días anteriores a la aleatorización; hubieran sufrido una hemorragia gastrointestinal o se hubieran sometido a cirugía mayor durante los tres meses anteriores; tuvieran que someterse a una revascularización (cualquier angioplastia o intervención vascular) programada o probable durante los tres meses posteriores a la revisión (en caso de recomendación clínica, la angiografía se realizaría antes de la aleatorización, siempre que fuera posible), intervención quirúrgica programada o tratamiento intervencionista que requiriese el cese de la toma del fármaco en estudio; hubiesen padecido un AIT o ictus menor a consecuencia de una angiografía o cirugía; o que padecieran alguna otra enfermedad no cardiovascular grave con una esperanza de vida inferior a 3 meses. Las mujeres en edad reproductiva que no usaban un método anticonceptivo seguro y no aportaban evidencia de una prueba de embarazo negativa y los pacientes en tratamiento con otros fármacos o dispositivos en estudio también fueron excluidos del estudio (véase la Tabla S1 en el Apéndice Suplementario, disponible en NEJM.org). A ninguno de los pacientes incluidos en el estudio se le realizó trombólisis durante la fase de aleatorización.
DISEÑO DEL ESTUDIO
El ensayo clínico CHANCE fue aleatorizado, de doble ciego y controlado por placebo, y se llevó a cabo en 114 centros hospitalarios de China. Las razones para su realización y su diseño habían sido ya publicadas. Los pacientes que cumplían los requisitos de participación fueron asignados, de forma aleatoria, a uno de los dos grupos de tratamiento utilizando un diseño doble ciego y de doble simulación. El investigador del centro utilizó un sistema automatizado para asignar a cada paciente de forma aleatoria, un número correspondiente a un kit de medicación almacenado en el centro de estudio y, posteriormente, esa medicación se administró al paciente. Ambos grupos recibieron aspirina de etiqueta abierta el primer día (en dosis comprendidas entre los 75 y los 300 mg, según el criterio del médico que les trataba). Aquellos pacientes asignados de forma aleatoria al grupo de clopidogrel y aspirina recibieron una dosis de ataque de 300 mg de clopidogrel el primer día, seguida de una dosis diaria de 75 mg desde el segundo día hasta el 90, una dosis diaria de aspirina de 75 mg desde el segundo día hasta el 21, y placebo de aspirina desde el día 22 hasta el 90. Los pacientes asignados aleatoriamente al grupo de aspirina recibieron placebo de clopidogrel desde el primer día hasta el 90 y una dosis diaria de aspirina de 75 mg desde el segundo día hasta el 90. La aleatorización se estratificó según el centro médico y el intervalo transcurrido entre el inicio de los síntomas y el inicio de la participación en el estudio (menos de12 horas o entre 12 y 24 horas). El objetivo principal era evaluar los efectos de los dos regímenes de tratamiento en la incidencia del accidente cerebrovascular durante los primeros 90 días tras un ACV isquémico menor o un AIT de alto riesgo.
RESULTADOS DEL ESTUDIO
El resultado principal de eficacia del estudio fue la aparición de un nuevo accidente cerebrovascular (isquémico o hemorrágico) a los 90 días. El ACV isquémico se definió como un infarto agudo focal en el cerebro o la retina caracterizado por el inicio repentino de un nuevo déficit neurológico focal, con infarto de una duración igual o superior a 24 horas probado clínicamente u observado mediante pruebas de imagen y no atribuible a otra causa no isquémica (ej. no asociado con una infección cerebral, traumatismo, tumor, convulsiones, trastornos metabólicos graves o enfermedades neurológicas degenerativas); un nuevo déficit neurológico focal de una duración inferior a 24 horas y no atribuible a causas no isquémicas pero acompañado de un nuevo infarto cerebral, observado en la imagenología cerebral; o un rápido empeoramiento de un déficit neurológico focal de más de 24 horas y no atribuible a causas no isquémicas, acompañado de nuevos cambios isquémicos en la RM o el TC cerebrales y claramente distintos del episodio isquémico inicial. El accidente cerebrovascular hemorrágico se definió como una extravasación aguda de sangre hacia el parénquima cerebral o el espacio subaracnoideo con síntomas neurológicos asociados. El accidente cerebrovascular recurrente se consideró discapacitante cuando su valor en la escala de Rankin modificada era igual o superior a 2.
El resultado principal de seguridad fue una hemorragia entre moderada y aguda, según el estudio GUSTO (Global Utilization of Streptokinase and Tissue Plasmino-gen Activator for Occluded Coronary Arteries). La hemorragia aguda se definió como mortal, intracraneal o cualquier otro tipo de hemorragia que causara alteración hemodinámica y requiriese sustitución de sangre o de fluidos, apoyo inotrópico o una intervención quirúrgica. La hemorragia moderada se definió como pérdida de sangre que requería transfusión pero no implicaba alteración hemodinámica que necesitara intervención.
Los resultados secundarios de eficacia claves incluyeron un nuevo episodio vascular (accidente cerebrovascular isquémico o hemorrágico , infarto de miocardio o muerte vascular) y se analizaron como resultados compuestos y también como resultados individuales. La muerte vascular se definió como muerte causada por un accidente cerebrovascular (isquémico o hemorrágico), hemorragia sistémica, infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca congestiva, embolia pulmonar, muerte súbita o arritmia. Los resultados de eficacia también se analizaron en subgrupos previamente especificados.
Todos los resultados de eficacia y seguridad documentados fueron confirmados por un comité de adjudicación central que desconocía la asignación de los subgrupos de estudio. Los miembros del comité clasificaron los subtipos de accidentes cerebrovasculares isquémicos teniendo en cuenta los estudios diagnósticos disponibles. Para garantizar la seguridad de los pacientes durante el estudio se encargó a un comité de miembros, seleccionados por el patrocinador, que controlara los datos y la seguridad mediante la evaluación periódica predeterminada de las normas de seguridad y de interrupción del estudio.
inglés al español: HIV and AIDS General field: Medicina Detailed field: Medicina (general)
Texto de origen - inglés HIV and AIDS
AIDS has now surpassed the Black Death on its course to become the worst pandemic in human history. At the end of 2004, 20 million people had been killed by it, and twice that number are currently infected with HIV. Barring a medical breakthrough, it could claim the lives of some 60 million people by 2015. AIDS exerts a terrible toll on societies, crippling their economies, decimating their labour forces and orphaning their children.
Nine out of 10 people living with HIV are in the developing world; 60 to 70% of those are in Sub-Saharan Africa. But the disease is spreading in every region, with fierce epidemics threatening to tear through countries such as India, China, Russia and the islands of the Caribbean. The statistics are sobering - in some Southern African towns 44% of pregnant women are HIV positive, in Botswana 37% of people carry the virus.
Immune assassin
The human immunodeficiency virus (HIV) is a retrovirus - a virus built of RNA instead of more typical DNA. It attacks the very cells of the immune system that should be protecting the body against it - T lymphocytes and other white blood cells with CD4 receptors on their surfaces. The virus uses the CD4 receptor to bind with and thereby enter the lymphocyte. HIV then integrates itself into the cell's own DNA, turning the cell into a virus-generating factory. The new viruses break free, destroying the cell, then move on to attack other lymphocytes.
HIV kills by slowly destroying the immune system. Several weeks after initial infection, flu-like symptoms are experienced. Then the immune system kicks-in, and the virus mostly retreats into hiding within lymph tissues. The untreated, infected individual usually remains healthy for 5 to 15, years, but the virus continues to replicate in the background, slowly obliterating the immune system.
Eventually the body is unable to defend itself and succumbs to overwhelming opportunistic infections that rarely affect healthy people. Acquired Immune Deficiency Syndrome (AIDS) is the name given to this final stage of HIV infection, and is characterised by multiple, life-threatening illnesses such as weight loss, chronic diarrhoea, rare cancers, pneumonia, fungal conditions and infections of the brain and eye. Tuberculosis has become especially prevalent in AIDS victims.
Natural born killer
Genetic analyses hint that ancestral primate HIV may have been born a million years ago when a chimpanzee virus hybridised with a related monkey variety. However researchers believe it was not until the 1930s that this jumped to humans eating chimp meat in Central Africa. That variety became HIV-1 - the most widespread type. A second type, HIV-2, restricted to West Africa, was probably contracted in the 1960s from monkey meat.
Another theory was that the AIDS pandemic was accidentally started by doctors testing a polio vaccine in the 1950s - detailed in Edward Hooper's book The River - but this has been severely criticised by other researchers.
AIDS must have been circulating in the US and Africa during the 1970s. But it was not recognised until 1981 when young gay men and injecting drug users, in New York and California, started to be diagnosed with both an unusual skin cancer called Kaposi's sarcoma, and lethal pneumonias. By the end of that year 121 people in the US had died - that number would rise to 17,000 over the next six years.
Government scientists predicted that the mysterious immune-debilitating illness was due to an infectious agent. In 1984 that agent was identified as HIV by Luc Montagnier of the Pasteur Institute in Paris, France, and Robert Gallo of the National Cancer Institute in Washington DC, US.
Soon after the appearance of AIDS in the US, the disease was detected in Europe too and epidemics affecting heterosexual men and women sprang up at an alarming rate in Sub-Saharan Africa. Today one in five people in that region are living with the virus. AIDS epidemics also threaten to devastate the world's most populous nations - India and China - and other Asian nations, if action is not taken to bring them under control.
Defensive measures
HIV is found in body fluids such as: blood, semen, vaginal fluids and breast milk. It can be passed on through penetrative sex, oral sex and sharing contaminated needles when injecting street drugs or in hospitals. It can also be transmitted from a mother to her baby during pregnancy, childbirth or breastfeeding - though many children escape infection. HIV cannot be passed on through kissing, coughing, mosquito bites or touching.
Health authorities are focusing on prevention as a key method to limit the spread of the epidemic. Educational programs preach abstinence from sex, monogamy and safer sex using condoms, as ways to protect against infection. Many countries give away free condoms and offer needle exchange programs to try and limit transmission among injecting drug users. Microbicides in the form of creams that prevent transmission of HIV may soon offer another method of protection.
A vaccine, as an alternative method to prevent HIV infection, may still be many years away. This is partly because the virus mutates so rapidly. A vaccine may not only have to prime antibodies to attack the virus (the way most vaccines work) but might also need to increase T-cell production. Vaccine trials have been undertaken in South Africa, Kenya, the US and Thailand - though most have yet to yield promising results. Controversial vaccines made from the blood of HIV carriers, have been tested in Nigeria and Thailand.
Anti-retroviral cocktails
There is no cure for AIDS, but a range of drugs - some of which have unpleasant side-effects - are available to slow its progress. Other drugs are used to treat opportunistic infections or AIDS symptoms. Even some herbal treatments have been investigated.
Most anti-HIV drugs aim at stalling viral replication. Nucleoside analogues such as AZT (zidovudine) and also non-nucleoside reverse transcriptase inhibitors (NNRTIs), attack the action of the viral enzyme reverse transcriptase. This prevents it from creating functional DNA which would otherwise integrate into the DNA of infected cells.
A third class block protease, an enzyme essential for generating functional virus particles. Protease inhibitors are the most effective of the three types of drugs, and AIDS mortality fell dramatically in the US when they were first licensed during the late 1990s. Fusion inhibitors are a newer type of drug that work by stopping HIV from binding with CD4 receptors that it uses to enter cells. Drugs that block another enzyme, integrase, are also under development.
AIDS drugs are often administered in combination cocktails cocktails of three or more kinds simultaneously, as this helps slow the rate at which HIV develops resistance to drugs. But the virus is able to evolve rapidly and can eventually outpace the drugs if treatment regimens are not followed rigorously.
Though drugs are widely available in western countries, their expense means they are unavailable to the vast majority of AIDS sufferers. International bodies are working towards widening access to treatment in the developing world. Some companies in countries such as India and Thailand are now producing cheap generic copies of drugs.
Staggering toll
The economic and social burden of AIDS exerts a great toll on developing nations in addition to that exerted by mortality itself. AIDS is hindering development and leading to negative population growth in some of the most seriously affected nations, such as Botswana.
This excessive AIDS mortality is causing a great demographic shift, wiping out young adults in the prime of their lives. This leaves children orphaned, and is destroying workforces and economies. Some predict that 50 million children in Sub-Saharan Africa will have been orphaned by 2010. The labour forces of 38 AIDS ravaged countries will be up to 35% smaller by 2020, because of AIDS.
The effect of AIDS on agricultural communities in Southern Africa is even leading to food shortages. Social stigma and discrimination is yet another problem for many AIDS sufferers, especially in Asian nations.
Traducción - español El VIH y el sida
El sida se está convirtiendo en la peor pandemia de la historia, superando incluso a la peste negra. A finales de 2004 había provocado ya la muerte de 20 millones de personas y, en la actualidad, el VIH afecta a 40 millones. Si no se produce ningún descubrimiento médico pronto, para 2015 el virus se habrá cobrado ya la vida de 60 millones de personas. El sida causa estragos en las sociedades, debilita sus economías, diezma su mano de obra y deja huérfanos a sus niños.
Nueve de cada diez personas afectadas por el VIH viven en los países en vías de desarrollo y, concretamente, entre el 60 % y el 70 % se encuentra en el África subsahariana. Aun así, la enfermedad se está extendiendo a nivel global, con epidemias feroces que amenazan a países enteros como India, China, Rusia y las islas del Caribe. Las estadísticas son realmente preocupantes: en algunos países del sur de África el 44 % de las mujeres embarazadas tiene son seropositivas y en Botsuana el 37% de la población es portadora del virus.
Asesino inmune
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es un retrovirus, es decir, está formado por ARN en vez de ADN, más habitual. Ataca a todas aquellas células del sistema inmunitario que deberían proteger al cuerpo contra el virus, como los linfocitos T y otros glóbulos blancos con receptores CD4 en su superficie. El virus se liga primero al receptor CD4 para entrar en el linfocito y, después, se fusiona con el ADN de la célula convirtiéndola en una generadora de virus. Estos nuevos virus se liberan, destruyen la célula y empiezan a atacar a otros linfocitos.
El HIV destruye el sistema inmunitario de forma gradual hasta causar la muerte. La persona que ha contraído el virus padece síntomas parecidos a los de la gripe unas semanas después de haber sido infectado. Es entonces cuando el sistema inmune reacciona y el virus aprovecha para esconderse en los tejidos linfáticos. La persona infectada que no sigue ningún tratamiento suele mantenerse sana entre 5 y 15 años, pero el virus continúa replicándose y, de esta manera, destruyendo el sistema inmunitario.
Con el paso del tiempo, el cuerpo se vuelve incapaz de defenderse por sí mismo y sucumbe a infecciones oportunistas que rara vez afectan a personas sanas. Este estadio avanzado es el que se conoce como síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) y se caracteriza por el padecimiento de múltiples enfermedades y síntomas que implican un riesgo para la vida como pérdida de peso, diarrea crónica, cánceres poco comunes, neumonía, enfermedades fúngicas e infecciones cerebrales y oculares. La tuberculosis es especialmente prevalente entre los enfermos de sida.
Un homicida nato
Varios análisis genéticos apuntan a que el VIH de los primates ancestrales se podría haber originado hace un millón de años cuando un virus de chimpancé hibridó con una variedad de virus que afectaba a los monos. Sin embargo, según los investigadores, este virus no llegó a transmitirse a los humanos hasta los años 30, al comer carne de chimpancé en África central. Esa variedad, la más extendida, pasó a conocerse como VIH-1 y en los años 1960 se contrajo una segunda variedad, la VIH-2, al comer carne de mono, pero ésta no se diseminó más allá de África Occidental.
Otra teoría, descrita en el libro de Edward Hooper titulado The River y duramente criticada por otros investigadores, sostiene que la pandemia de sida se había iniciado en los años cincuenta de forma accidental por un equipo de médicos que estaba probando una vacuna contra la polio.
Aunque el sida debía de estar ya en circulación en Estados Unidos y África durante los años 70, éste no fue identificado hasta el año 1981 cuando en Nueva York y California se empezó a diagnosticar a personas drogodependientes que compartían jeringuillas y jóvenes homosexuales tanto de un cáncer de piel poco común, llamado sarcoma de Kaposi, como de neumonías mortales A finales de ese año, la cifra de muertes por sida fue de 121 y, en los seis años siguientes, llegó a los 17 000.
Los científicos del gobierno llegaron a la conclusión de que la causa de esta misteriosa enfermedad que debilitaba el sistema inmunitario era un agente infeccioso, identificado en 1984 como el VIH por Luc Montagnier, miembro del Instituto Pasteur de París (Francia), y Robert Gallo, del Instituto Nacional de Cáncer de Washington DC (Estados Unidos).
Poco después de la aparición del sida en Estados Unidos se detectó la enfermedad también en Europa y en el África subsahariana, donde empezaron a brotar, a un ritmo vertiginoso, epidemias que afectaban a hombres y mujeres heterosexuales. Hoy en día, una de cada cinco personas de esa región viven con el virus y, si no se toman medidas para controlarlo, existe la amenaza de que arrase las naciones más pobladas del mundo, India y China, y otros países asiáticos.
Medidas preventivas
El VIH se encuentra en fluidos corporales como la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna, y se puede contagiar a través de las relaciones sexuales con penetración, el sexo oral o al compartir agujas contaminadas para la inyección de drogas o en hospitales. Otra forma de transmisión es de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia, aunque muchos niños no se llegan a infectar. Este virus no se contagia al besar, toser o tocar, ni tampoco por las una picaduras de mosquito.
Las autoridades sanitarias se están centrando en la prevención como forma clave para frenar la expansión de la epidemia a través de programas educativos que promulgan la abstinencia sexual, la monogamia y el sexo seguro mediante preservativos como métodos de protección. En muchos países se reparten preservativos gratuitos y se ofrecen programas de intercambio seguro de jeringuillas para reducir el número de contagios entre personas drogodependientes. Es posible que dentro de poco podamos contar con otro método de protección, los microbicidas en forma de crema, que previenen la transmisión del virus.
Otra alternativa a estos métodos de protección sería una vacuna, pero todavía quedan muchos años para que ésta sea una realidad. En parte, esto se debe a la rapidez con que el VIH muta, lo que hace muy probable que la vacuna, además de proporcionar anticuerpos para atacar al virus, como hacen la mayoría de las vacunas, tuviera que incrementar la producción de células T. Aunque se han llevado a cabo ensayos con vacunas en Sudáfrica, Kenia, Estados Unidos y Tailandia, todavía no se han conseguido resultados alentadores. En Nigeria y Tailandia se han probado vacunas hechas a partir de sangre de personas portadoras del VIH, que han generado controversia.
Cócteles antirretrovíricos
El sida no tiene cura pero existe una amplia gama de medicamentos que permite ralentizar el avance de la enfermedad. Sin embargo, algunos de éstos tienen efectos secundarios desagradables. Además, existen otros medicamentos para tratar las infecciones oportunistas o los síntomas del sida, e incluso se han investigado tratamientos herbales.
La mayoría de los medicamentos antirretrovíricos tienen como objetivo frenar la multiplicación del virus. Por ejemplo, los inhibidores de la transcriptasa reversa análogos de los nucleósidos, como la AZT (zidovudina), o de los no nucleósidos (ITRNN) bloquean la enzima vírica denominada transcriptasa reversa. Al hacerlo, impiden que ésta genere ADN funcional y, de esta manera, que éste se integre en el ADN de las células infectadas. Un tercer tipo de medicamentos son los inhibidores de la proteasa, una enzima imprescindible para generar partículas virales funcionales, son los más eficaces de los tres tipos de fármacos. Cuando su comercialización se autorizó a finales de los años 90, la mortalidad por sida cayó drásticamente en Estados Unidos. Los inhibidores de la fusión son más recientes y evitan que el VIH se ligue a los receptores CD4 que utiliza para entrar a las células. Finalmente, se está desarrollando otro tipo de medicamento que bloquea la enzima llamada integrasa.
Estos tratamientos se suelen administrar en forma de cócteles de tres o más tipos a la vez porque esto ayuda a reducir la velocidad a la que el VIH desarrolla su resistencia a los fármacos. Sin embargo, el virus se desarrolla con gran rapidez y puede llegar a adelantarse al efecto de estos medicamentos si el tratamiento no se sigue de forma rigurosa.
Aunque estas medicinas están ampliamente disponibles en los países occidentales, su precio hace que no puedan estar al alcance de la gran mayoría de personas afectadas por el sida. Algunas entidades internacionales están trabajando para conseguir que los tratamientos lleguen a los países en vías de desarrollo y algunas empresas de países como India y Tailandia están produciendo medicamentos genéricos baratos.
Grandes pérdidas
Además de la mortalidad, la carga económica y social que supone el sida causa estragos en las naciones en vías de desarrollo. En algunas de las zonas más gravemente afectadas, como Botsuana, el sida dificulta el desarrollo y lleva al crecimiento negativo de la población.
La excesiva mortalidad causada por el sida está generando un gran cambio demográfico aniquilando población jóvenes en plena flor de la vida dejando a muchos niños huérfanos y destruyendo la mano de obra y la economía. Algunas predicciones apuntan que en 2010 unos 50 millones de niños en el África subsahariana se habrán quedado huérfanos y que en 2020 la mano de obra de 38 países asolados por el sida se reducirá en un 35 % debido a esta enfermedad.
Los efectos del sida en las comunidades agrícolas del sur de África están causando la escasez de alimentos y el estigma social y la discriminación son otro gran problema para las víctimas del sida, sobre todo en los países asiáticos.
inglés al español: Cholesterol levels are leveling off General field: Medicina Detailed field: Medicina (general)
Texto de origen - inglés CHOLESTEROL LEVELS ARE LEVELING OFF
Pharmaceutical companies are racing to develop a new class of drugs that may lower blood levels of LDL cholesterol to a point few scientists had believed attainable, The New York Times reported last week. For many people with high cholesterol, the breakthrough can’t come soon enough.
Statins, the miracle drugs responsible for keeping cholesterol in check in wide swaths of the population, may be reaching the limits of their effectiveness. Average cholesterol levels in Americans have stopped falling since 2008, according to a large analysis of patient records published recently in PLoS One.
Researchers at Quest Diagnostics, a national laboratory chain, reviewed blood levels of LDL, the so-called bad cholesterol, in 105 million adults tested by the company between 2001 and 2011. Average LDL levels declined from 120 milligrams per deciliter of blood in 2001 to 104.7 in 2008, about a 13 percent drop. But in the next three years, average LDL levels flattened out.
An LDL of 100 mg/dL is considered healthy, but experts say people at very high risk of heart disease should bring their levels down even further, to about 70 mg/dL or lower. The percentage of patients with an LDL under 100 mg/dL rose from 26 percent in 2001 to 45.6 percent in 2008, then leveled off. Those with a high LDL of 160 mg/dL or more dropped from 13.7 percent in 2001 to 6 percent in 2011.
The study was not a random sampling; it comprised individuals whose physicians had requested cholesterol tests. Still, the findings have worried experts.
“The study suggests that the progress has slowed in systematically lowering cholesterol levels,” said Dr. Steven Nissen, the chairman of cardiovascular medicine at the Cleveland Clinic, who was not involved in the study.
The authors suggested that these results may affect cardiovascular mortality rates as well. “There has been approximately a 70 percent decrease in cardiovascular disease mortality from 1970 through 2009,” said Dr. Harvey W. Kaufman, senior medical director at Quest Diagnostics and an author of the study. “A large portion of this was driven by the reduction in cholesterol, and this progress is now threatened.”
A combination of factors have brought down LDL levels, including improved diet and exercise. But statins have been a significant driver over the past 25 years.
The study did not look at causes for the plateau, but Dr. Kaufman and his colleagues speculated that the recession may have played a role by influencing patients’ ability to see their physicians and fill their prescriptions for statins. Tough times also may have affected lifestyle factors that can contribute to higher LDL, including stress levels, a high-fat diet and lack of exercise.
The number of prescriptions for statins rose dramatically almost every year since 2001, but the growth slowed in 2010, according to IMS Health, a health care information company. There also was a decline in physician office visits, which means that fewer people are getting their cholesterol tested and treated.
But other experts suggested that LDL levels have flattened out simply because they may be as low as they can go with the available treatments. “We could conceivably be experiencing a bottoming out of the statin effect,” said Dr. Ronald M. Krauss, director of atherosclerosis research at Children’s Hospital Oakland Research Institute in Oakland, Calif.
According to Dr. Elsa-Grace V. Giardina, director of preventive cardiology training at Columbia University Medical Center, “There may be a rapid rate of change at first, and then you get to a threshold point for which you can’t do much more.”
To bring LDL levels lower, physicians may need to increase statin doses, particularly in those who are at high risk of heart disease. “The official recommendation has been to reduce LDL as much as possible, but physicians don’t always adjust statin dose in practice,” Dr. Krauss said. “If it starts off high and it comes down to 100, doctors may be satisfied with that.”
But doctors may also have been reluctant to raise doses because of the risk of serious side effects like muscle pain, weakness and increased blood sugar levels.
The trend is to focus on “therapeutic lifestyle modification, for individuals to have a greater input into their health, rather than just popping a pill,” Dr. Giardina said.
Obesity may also be limiting the effectiveness of statins. “You have to wonder how much obesity is contributing to this plateau,” Dr. Giardina said. Obesity raises the risks of high cholesterol, high blood pressure, high triglycerides and diabetes, all risk factors for heart disease.
She believes average cholesterol levels may be higher than the study found: “Excluded in this analysis are disadvantaged people who don’t have health care and among whom obesity is a major problem.”
Even if new drugs are found, the obesity epidemic may blunt their effects.
“We’re now to the point that a very large fraction of the adult population is obese,” Dr. Nissen said. “We will not make any further progress as a society unless we find a way to deal with the obesity epidemic.”
Traducción - español LOS NIVELES DE COLESTEROL SE ESTÁN ESTABILIZANDO
Según informó la semana pasada el New York Times, las compañías farmacéuticas están compitiendo por desarrollar un nuevo tipo de fármaco que podría reducir los niveles de colesterol LDL en la sangre hasta un nivel que solo algunos científicos consideraban posible. Para mucha gente con el colesterol alto, el momento del descubrimiento parece no llegar nunca.
La eficacia de las estatinas, las medicinas milagrosas que se encargan de regular los niveles de colesterol en amplios sectores de la población, podría estar llegando a su límite. Según un amplio estudio basado en informes médicos de pacientes y publicado en la revista científica PLoS One, los niveles medios de colesterol de la población estadounidense han dejado de bajar desde el año 2008.
Los investigadores de Quest Diagnostics, una cadena estadounidense de laboratorios, revisaron los niveles de LDL en sangre – también conocido como “colesterol malo” – de 105 millones de adultos a los que la compañía realizó un análisis de colesterol entre 2001 y 2011. Los niveles medios de LDL disminuyeron desde 120 miligramos por decilitro de sangre en 2001 hasta 104.4 en 2008, un descenso aproximado del 13 %. Sin embargo, en los siguientes tres años, se volvieron a estabilizar.
Un nivel de LDL de 100 mg/dL se considera sano, pero los expertos aseguran que las personas con un alto riesgo de sufrir enfermedades cardiacas deberían reducir el suyo aún más, hasta los 70 mg/dL o menos. El porcentaje de pacientes con LDL por debajo de los 100 mg/dL aumentó de un 26 por ciento en 2001 a un 45.6 por ciento en 2008 y, después, se mantuvo. Aquellos pacientes con niveles altos de LDL de 160 mg/dL o más bajaron desde un 13.7 por ciento en 2001 hasta un 6 por ciento en 2011.
El estudio no se basó en un muestreo aleatorio, sino que incluyó pacientes que se habían realizado un análisis de colesterol por recomendación médica. Aun así, los resultados han preocupado a los expertos.
“El estudio indica que el progreso sistemático conseguido a la hora de reducir los niveles de colesterol ha ido decayendo”, dijo el Dr. Steven Nissen, director del departamento de medicina cardiovascular de la Cleveland Clinic, que no participó en el estudio.
Los autores apuntaron que los índices de mortalidad por cardiopatías podrían también verse afectados por esos resultados. Según el Dr. Harvey W. Kaufman, director médico sénior de Quest Diagnostics y uno de los autores del estudio, “Entre 1970 y 2009 hubo un descenso de un 70 % en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares [y] Gran parte de este descenso se debió a la reducción del colesterol y ahora este progreso se ve amenazado”.
Los niveles de LDL se han reducido gracias a una combinación de factores, entre los que se encuentran una mejor alimentación y el ejercicio físico. Pero, no cabe olvidar que las estatinas también han sido un elemento impulsor fundamental durante los últimos 25 años.
El estudio no investigó las causas del estancamiento pero el Dr. Kaufman y sus compañeros están considerando la posibilidad de que la recesión haya jugado un papel clave en este proceso al dificultar el acceso de los pacientes al médico que les receta las estatinas. Así, la época en que vivimos podría haber sido un causante, incidiendo en factores de nuestro estilo de vida que pueden contribuir a un aumento del LDL, como los niveles de estrés, una dieta rica en grasas y la falta de ejercicio.
Según la empresa IMS Health, que ofrece servicios de consultoría sobre temas de salud, desde el año 2001 el número de recetas de estatinas fue aumentando considerablemente año tras año, pero ese crecimiento se ralentizó en el año 2010. También hubo un descenso en el número de visitas a la consulta del médico de cabecera, lo que significa que el total de personas que se realizaron análisis de colesterol y recibieron tratamiento para controlarlo fue menor.
Sin embargo, otros expertos indicaron que los niveles de LDL se han estabilizado sencillamente porque ya no pueden bajar más con los tratamientos de los que disponemos hoy en día. “Podríamos estar experimentando una estancamiento del efecto de las estatinas”, comentó el Dr. Ronald M. Krauss, director del departamento de investigación sobre ateroesclerosis en el Children’s Hospital Oakland Research Institute de Oalkand, California.
Según la Dra. Elsa-Grace v. Giardina, directora del departamento formación en cardiología preventiva en el Columbia University Medical Center, “Puede que el cambio sea muy rápido al principio, pero que luego se llegue a un umbral que es muy difícil de sobrepasar”.
Es posible que para reducir los niveles de LDL los médicos tengan que aumentar las dosis de estatinas, sobre todo en los casos de pacientes con alto riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Según el Dr. Krauss, “La recomendación general ha sido reducir el LDL tanto como se pueda, pero muchas veces, en la práctica, los médicos no lo hacen […] “Si el nivel de LDL empieza siendo elevado y baja hasta 100, los médicos se darán por satisfechos”.
Cabe decir que es probable que los médicos también se muestren reacios a aumentar la dosis de estatinas por temor a los efectos secundarios negativos que esto pueda causar, como dolores musculares, agotamiento y aumento de los niveles de azúcar en la sangre.
Según la Dra. Giardina, la tendencia actual es promover “un cambio terapéutico en el estilo de vida de los pacientes, para que puedan contribuir más a su propia salud, en vez de que simplemente se traguen una pastilla”.
Otro factor que podría estar limitando el efecto de las estatinas es la obesidad. “Tenemos que preguntarnos qué papel juega la obesidad en este estancamiento”, comentó la Dra. Giardina. La obesidad aumenta el riesgo de tener colesterol alto, hipertensión, niveles elevados de triglicéridos y diabetes, que son factores de riesgo para las cardiopatías.
La doctora opina que los niveles medios de colesterol podrían ser más elevados de los que muestra el estudio: “En este estudio no se ha incluido a aquellas personas con menos recursos que carecen de asistencia sanitaria y para las que la obesidad es un gran problema”.
Incluso si se descubriera un nuevo medicamento, la propia epidemia de obesidad podría mitigar sus efectos.
El Dr. Nissen afirmó que “hemos llegado a un punto en el que una gran parte de la población adulta es obesa” y añadió que “No conseguiremos progresar como sociedad a no ser que encontremos la manera de lidiar con esta epidemia”.
inglés al español: Sleep disorders General field: Medicina Detailed field: Medicina (general)
Texto de origen - inglés Sleep disorders
PHYSIOLOGY OF SLEEP AND WAKEFULNESS
Most adults sleep 7-8 h per night, although the timing, duration, and internal structure of sleep vary among healthy individuals and as a function of age. At the extremes, infants and the elderly have frequent interruptions of sleep. Two principal systems govern the sleep-wake cycle: one actively generates sleep and sleep-related processes and another times sleep within the 24-h day. Either intrinsic abnormalities in these systems or extrinsic disturbances (environmental, drug or illness-related) can lead to sleep or circadian rhythm disorders.
States and Stages of Sleep
States and stages of human sleep are defined on the basis of characteristic patterns in the electroencephalogram (EEG), the electrooculogram (EOG¬), and the surface electromyogram (EMG) measured on the chin and neck. The continuous recording of this array of electrophysiologic parameters to define sleep and wakefulness is termed polysomnography.
Polysomnographic profiles define two states of sleep: (1) rapid-eye-movement (REM) sleep, and (2) non-rapid-eye-movement (NREM) sleep. NREM sleep is further subdivided into four stages, characterized by increasing arousal threshold and slowing of the cortical EEG. REM sleep is characterized by a low-amplitude, mixed-frequency EEG similar to that of NREM stage 1 sleep. The EOG shows bursts of REM similar to those seen during eyes-open wakefulness. Chin EMG activity is absent, reflecting the brainstem-mediated muscle atonia that is characteristic of that state.
Parasomnias
The term parasomnia refers to abnormal behaviours or experiences that occur during sleep. A continuum of parasomnias arise from NREM sleep, from brief confusional arousals to sleepwalking and night terrors. The presenting complaint is usually related to the beahavior itself, but the parasomnias can disturb sleep continuity or lead to mild impairments in daytime alertness.
Sleepwalking (Somnambulism)
Patients affected by this disorder carry out automatic motor activities that range from simple to complex. Individuals may walk, urinate inappropriately, eat, or exit from the house while remaining only partially aware. Full arousal may be difficult, and individuals may rarely respond to attempted awakening with agitation or even violence. Sleepwaking arises from stage 3 or 4 NREM sleep, usually in the first 2 hours of the night, and is most common in children and adolescents. Episodes are usually isolated but may be recurrent in 1-6% of patients. The cause is unknown, though it has a familial basis in roughly one-third of cases.
Sleep terrors
This disorder, also called pavor nocturnus, occurs primarily in young children during the first hours after sleep onset, in stages 3 and 4 of NREM sleep. The child suddenly screams, exhibiting automatic arousal with sweating, tachycardia, and hyperventilation. The individual may be difficult to arouse and rarely recalls the episode on awakening in the morning. Parents are usually reassured to learn that the condition is self-limited and benign and that no specific therapy is indicated.
Sleep bruxism
Bruxism is an involuntary, forceful grinding of teeth during sleep that affects 10-20% of the population. The patient is usually unaware of the problem. The typical age of onset is 17-20 years, and spontaneous remission usually occurs by age 40. Sex distribution appears to be equal. In many cases, the diagnosis is made during dental examination, damage is minor, and no treatment is indicated. In more severe cases, treatment with a rubber tooth guard is necessary to prevent disfiguring tooth injury. Stress management or, in some cases, biofeedback can be useful when bruxism is a manifestation of psychological stress. There are anecdotal reports of benefit using benzodiazepines.
Sleep enuresis
Bedwetting, like sleepwalking and night terrors, is another parasomnia that occurs during sleep in the young. Before age 5 or 6, nocturnal enuresis should probably be considered a normal feature of development. The condition usually improves spontaneously by puberty, has a prevalence in late adolescence of 1-3%, and is rare in adulthood. In older patients with enuresis a distinction must be made between primary and secondary enuresis, the latter being defined as bedwetting in patients who have previously been fully continent for 6-12 months.
Treatment of primary enuresis is reserved for patients of appropriate age (>5 or 6 years) and consists of bladder training exercises and behavioral therapy. Urologic abnormalities are more common in primary enuresis and must be assessed by urologic examination. Important causes of secondary enuresis include emotional disturbances, urinary tract infections or malformations, cauda equine lesions, epilepsy, sleep apnea and certain medications. Symptomatic pharmacotherapy is usually accomplished with desmopressin (0.2 mg qhs), oxybutynin chloride (5-10 mg qhs) or imipramine (10-50 mg qhs).
Miscellaneous parasomnias
Other clinical entities may be characterized as a parasomnia or a sleep-related movement disorder in that they occur selectively during sleep and are associated with some degree of sleep disruption. Examples include jactatio capitis nocturna (nocturnal headbanging, rhythmic movement disorder), confusional arousals, sleep-related eating disorder and nocturnal leg cramps.
REM sleep behavior disorder (RBD)
RBD is a rare condition that is distinct from other parasomnias in that it occurs during REM sleep. It primarily afflicts men of middle age or older, many of whom have an existing, or developing, neurologic disease. Approximately one-half of patients with RBD will develop Parkinson’s disease within 10-20 years. Presenting symptoms consist of agitated or violent behavior during sleep, as reported by a bed partner. In contrast to typical somnambulism, injury to the patient or bed partner is not uncommon, and, upon awakening, the patient reports vivid, often unpleasant, dream imagery. The principal differential diagnosis is nocturnal seizures, which can be excluded from polysomnography. In RBD, seizure activity is absent on the EEG, and disinhibition of the usual motor atonia is observed in the EMG during REM sleep, at times associated with complex motor behaviors. The pathogenesis is unclear, but damage to brainstem areas mediating descending motor inhibition during REM sleep may be responsible. In support of this hypothesis are the remarkable similarities between RBD and the sleep of animals with bilateral lesions of the pontine tegmentum in areas controlling REM sleep motor inhibition. Treatment with clonazepam (0.5-1-0 mg qhs) provides sustained improvement in almost all reported cases.
Traducción - español Trastornos del sueño
FISIOLOGÍA DEL SUEÑO Y LA VIGILIA
La mayoría de los adultos suele dormir entre 7 y 8 h cada noche, sin embargo, el momento, la duración y la estructura interna del sueño varía entre los individuos sanos y en función de la edad. En los extremos, encontramos a los niños y los ancianos, que sufren frecuentes interrupciones del sueño. El ciclo sueño-vigilia se rige por dos sistemas principales: uno que induce al/genera activamente el sueño y a los procesos relacionados con él, y otro que reparte/distribuye el sueño durante las 24 horas del día.
Las anomalías intrínsecas que puedan aparecer en estos sistemas o las perturbaciones extrínsecas provocadas por el entorno, algunos fármacos o ciertas enfermedades pueden conducir a trastornos del sueño o del ritmo circadiano.
Estados y etapas del sueño
Los estados y las etapas del sueño humano se definen en base a patrones característicos reflejados en los resultados del electroencefalograma (EEG), el electrooculograma (EOG) y el elctromiograma (EMG) de superficie que se mide en la barbilla y el cuello. El registro continuo de esta serie de parámetros electrofisiológicos que definen el sueño y la vigilia se denomina polisomnografía.
Los perfiles polisomnográficos definen dos estados del sueño: 1) Sueño con movimientos oculares rápidos (MOR) y 2) sueño sin movimientos oculares rápidos (NMOR). El sueño NMOR se subdivide en cuatro etapas caracterizadas según el umbral de despertar, que va incrementándose en cada etapa, y el descenso en el ritmo/ralentización del EEG cortical. El sueño MOR se caracteriza por un EEG de baja amplitud y frecuencia mixta parecido al de la etapa 1 del NMOR. El EOG muestra episodios de movimientos oculares rápidos similares a los que se observan cuando se está en estado de vigilia y con los ojos abiertos. No hay actividad en el EMG de mentón, lo que refleja la atonía muscular regulada por el tronco encefálico característica de este estado.
Parasomnias
El término parasomnia hace referencia a las conductas o experiencias anormales que ocurren durante el sueño, y hay un conjunto de parasomnias que se dan durante el estado/sueño NMOR. Pueden abarcar desde los despertares breves y confusos, hasta el sonambulismo y los terrores nocturnos. Las quejas suelen estar relacionadas con la conducta en sí, sin embargo, las parasomnias pueden alterar también la continuidad del sueño o conducir a leves disfunciones/alteraciones en el nivel de atención durante el día.
Sonambulismo
Los pacientes que sufren esta alteración desarrollan actividades motoras de diversos grados de dificultad (desde simples hasta complejas) de forma automática. Por ejemplo, pueden llegar a caminar, orinar de forma indebida, comer o salir de casa mientras están solo parcialmente conscientes. Despertarles puede ser difícil y cuando se les intenta despertar es poco frecuente que respondan alterados o con violencia. El sonambulismo surge en el estado 3 o 4 del sueño NMOR, normalmente en las primeras 2 horas de la noche, y es más común en niños y adolescentes. Los episodios suelen ocurrir aislados, pero pueden ser recurrentes entre el 1 y el 6 % de los pacientes. La causa de este trastorno se desconoce, pero se sabe que en uno de cada tres casos tiene componente familiar.
Terrores nocturnos
Este trastorno, también conocido como pavor nocturno, suele afectar a niños pequeños durante las primeras horas de sueño, en los estados 3 y 4 del NMOR. Se despiertan de forma automática y repentina, chillando, sudando/con sudor, taquicardia e hiperventilación. Sin embargo, puede ser difícil despertarles completamente y no suelen recordar el episodio cuando se despiertan por la mañana. Para los padres es alentador saber que este trastorno remite de forma espontánea, es benigno y no requiere ningún tratamiento específico.
Bruxismo nocturno
El bruxismo es un trastorno que consiste en apretar los dientes con fuerza o hacerlos rechinar de forma involuntaria durante el sueño y afecta entre el 10 y el 20 % de la población. El paciente no suele saber que lo padece. Suele empezar a los 17-20 años de edad y con frecuencia remite de forma espontánea antes de los 40 y afecta por igual a hombres y mujeres. En la mayoría de los casos, el trastorno se diagnostica durante un chequeo dental, los daños son leves y no se requiere tratamiento. En los casos más graves, los pacientes deben llevar una férula (protector de goma para la boca) para evitar lesiones que les desfiguren los dientes. En los casos en que el bruxismo es un síntoma de estrés psicológico, aprender a gestionar este estrés y, a veces, la biorretroalimentación, pueden ser técnicas útiles para tratarlo. Se han dado casos aislados en los que el tratamiento con benzodiacepinas ha sido beneficioso.
Enuresis nocturna
Al igual que el sonambulismo y los terrores nocturnos, orinarse en la cama/la incontinencia nocturna es una parasomnia que afecta a los niños pequeños mientras duermen. Se considera parte normal del crecimiento hasta los 5 o 6 años, suele mejorar de forma espontánea durante la pubertad, presenta una prevalencia de entre el 1 % y el 3 % en la adolescencia y es muy poco frecuente en la edad adulta. En los pacientes más mayores cabe distinguir entre la enuresis primaria y la secundaria, ya que esta última se caracteriza por aparecer en pacientes que no han tenido problemas de incontinencia en los 6-12 meses anteriores.
El tratamiento para los pacientes con enuresis primaria se reserva a pacientes con una edad adecuada (mayores de 5 o 6 años) y consiste en ejercicios para entrenar la vejiga y terapia de conducta. Las alteraciones urológicas son más comunes en este tipo de enuresis y requieren un examen urológico. Algunas causas relevantes de la enuresis secundaria son las alteraciones emocionales, las infecciones o malformaciones del tracto urinario, las lesiones de la cola de caballo, la epilepsia, la apnea nocturna y algunos medicamentos. En estos casos, suele ser eficaz la farmacoterapia sintomática con desmopresina (0,2 mg h.s.), cloruro de oxibutinina (5-10 mg h.s.) o imipramina (10-50 mg h.s.).
Otras parasomnias
Existen otras entidades clínicas que también podrían considerase parasomnias o trastornos motores relacionados con el sueño en tanto que ocurren únicamente durante el sueño y se relacionan en cierta manera con su interrupción. Algunos ejemplos de este tipo de trastornos podrían ser la jactatio capitis nocturna (cuando el paciente se golpea la cabeza durante la noche o ejecuta movimientos rítmicos), los despertares confusos, los trastornos de la alimentación relacionados con el sueño y los calambres en las piernas durante la noche.
Trastorno de la conducta del sueño MOR (TCSM)
El TCSM es un síndrome poco frecuente que se diferencia de las demás parasomnias en tanto que ocurre durante el sueño MOR y no durante el sueño NMOR. Afecta principalmente a varones de mediana o avanzada edad y muchos de éstos ya presentan o están empezando a desarrollar alguna enfermedad neurológica. Se sabe que aproximadamente la mitad de los pacientes con TCSM desarrollará la enfermedad de Parkinson en un plazo de entre 10 y 20 años. El síntoma que presentan, según sus parejas, es la conducta disruptiva o violenta mientras duermen. Al contrario de lo que ocurre con el sonambulismo, los pacientes que sufren este trastorno sí pueden dañarse a sí mismos o a sus parejas y, al despertarse, recuerdan imágenes vívidas y desagradables de los sueños que han tenido durante la noche. El principal diagnóstico diferencial de este trastorno son los espasmos nocturnos, que no quedan registrados en la polisomnografía. En el EEG no se observa esta actividad espasmódica y en el EMG una desinhibición de la atonía motora característica del sueño MOR, que a veces se asocia con conductas motoras complejas. La patogénesis no está clara, sin embargo, se cree que una posible causa de este trastorno podrían ser los daños causados a la parte del tronco encefálico responsable de la disminución de la inhibición motora durante el sueño MOR. Un dato que respalda esta hipótesis son las notables similitudes que existen entre el TCSM y el sueño de los animales que presentan lesiones bilaterales en aquellas zonas del tegmento pontino que controlan la inhibición motora durante el sueño MOR. En casi todos los casos descritos de este trastorno, el tratamiento con clonazepam (0,5-1 mg h.s.) ha sido satisfactorio y se ha observado una mejoría prolongada en los pacientes.
inglés al español: Abstracts for Medical Research Articles General field: Medicina Detailed field: Medicina (general)
Texto de origen - inglés Abstract 1: Published in 'Diabetes and Metabolism', 39 (3), May 2013, 226-235.
A model of poorly controlled type 1 diabetes mellitus and its treatment with aerobic exercise training
Background
Modern exogenous insulin therapy can improve the quality of life of Type 1 Diabetic Mellitus (T1DM) patients, although maintenance of normal glycaemic levels is often a challenge given the variety of factors that alter it. A number of studies have examined the effect of exercise in T1DM; however, the majority of experimental studies have utilized diabetic rodents with severe hyperglycaemia. Given that T1DM patients are likely to refrain from hyperglycaemia, studies examining the effects of regular exercise in which blood glucose is poorly controlled would better represent the T1DM population.
Methods
The current study examined the ability of a ten-week aerobic exercise training program to modify markers of cardiovascular function and bone health in STZ-induced diabetic rodents maintained in the 9–15 mM glycaemic range through insulin therapy.
Results
Moderate hyperglycaemia, when prolonged, leads to significant changes in cardiac structure, bone health, and glucose handling capacity. Ten weeks of exercise was able to alleviate many of these deleterious events as no significant cardiovascular functional alterations were evident except a reduction in resting heart rate and an increase in stroke volume index. Further, despite changes in cardiac dimensions, exercise was able to elevate cardiac output index and increase the E/A ratio of exercising diabetic animals which would be indicative of improvements of cardiac function.
Conclusions
Together, this study demonstrates that despite moderate hyperglycaemia, the combined role of a ten-week exercise training program coupled with insulin therapy is able to alleviate many of the well-known complications associated with diabetes progression.
Keywords
Cardiovascular function; Insulin supplementation; Bone mineral content; Glucose tolerance; Streptozotocin; Moderate hyperglycaemia
Abstract 2: Published in 'Cancer Epidemiology' 37 (4), August 2013, 349-352
Can we really predict risk of cancer?
Background: Growing awareness of the potential to predict a person's future risk of cancer has resulted in the development of numerous algorithms. Such algorithms aim to improve the ability of policy makers, doctors and patients to make rational decisions about behaviour modification or surveillance, with the expectation that this activity will lead to overall benefit. There remains debate however, about whether accurate risk prediction is achievable for most cancers. Methods: We conducted a brief narrative review of the literature regarding the history and challenges of risk prediction, highlighting our own recent experiences in developing tools for oesophageal adenocarcinoma. Results and conclusions: While tools for predicting future risk of cardiovascular outcomes have been translated successfully to clinical practice, the experience with cancer risk prediction has been mixed. Models have now been developed and validated for predicting risk of melanoma and cancers of the breast, colo-rectum, lung, liver, oesophagus and prostate, and while several of these have adequate performance at the population-level, none to date have adequate discrimination for predicting risk in individual patients. Challenges of individual risk prediction for cancer are many, and include long latency, multiple risk factors of mostly small effect, and incomplete knowledge of the causal pathways.
Abstract 3: Published in 'Seminars in Nephrology', 33 (2), March 2013, 169-179.
Chronic Kidney Disease: Mineral and Bone Disorder in Children
Childhood and adolescence are crucial times for the development of a healthy skeletal and cardiovascular system. Disordered mineral and bone metabolism accompany chronic kidney disease (CKD) and present significant obstacles to optimal bone strength, final adult height, and cardiovascular health. Early increases in bone and plasma fibroblast growth factor 23 (FGF23) are associated with early defects in skeletal mineralization. Later in the course of CKD, secondary hyperparathyroidism—caused by a combination of declining calcitriol values and phosphate retention—results in high-turnover renal osteodystrophy whereas increased levels of both phosphate and FGF23 contribute to cardiovascular disease. Treatment of hyperphosphatemia and secondary hyperparathyroidism improves high-turnover bone disease but fails to correct defects in skeletal mineralization. Because overtreatment may result in adynamic bone disease, growth failure, hypercalcemia, and progression of cardiovascular calcifications, therapy therefore must be titrated carefully to maintain optimal serum biochemical parameters according to stage of CKD. Newer therapeutic agents and new treatment paradigms may suppress serum PTH levels effectively while limiting intestinal calcium absorption and skeletal FGF23 stimulation and may provide future therapeutic alternatives for children with CKD.
Keywords
Osteodystrophy; growth; vascular calcification; parathyroid hormone; PTH; vitamin D; CKD mineral and bone disorder; pediatrics
Traducción - español Un modelo de diabetes mellitus de tipo 1 mal controlada y su tratamiento con ejercicio aeróbico.
Objetivos
El tratamiento con insulina exógena utilizado hoy en día para tratar la diabetes mellitus de tipo 1 (DM1) puede mejorar la calidad de vida de los pacientes que la sufren. Sin embargo, conseguir que se mantengan unos niveles de glucemia normales puede ser difícil debido a la variedad de factores que la alteran. Varios estudios experimentales han analizado el efecto que produce el ejercicio físico en la DM1; sin embargo en su mayor parte han utilizado roedores con hiperglucemia aguda. Dada la mayor probabilidad de que los pacientes con DM1 no presenten hiperglucemia, una mejor forma de representar a la población con DM1 en este tipo de estudio sería examinar los efectos que el ejercicio físico regular tiene en aquellos casos en que la glucosa en sangre está mal controlada.
Métodos
El presente estudio examinó la capacidad que un programa de ejercicios aeróbicos de diez semanas de duración para modificar los marcadores de la función cardiaca y la salud ósea de roedores con diabetes inducida con estreptozotocina. A estos roedores se les mantuvo el nivel de glucosa en sangre entre los 9 mM y los 15 mM mediante el tratamiento con insulina.
Resultados
La hiperglucemia moderada prolongada conduce a cambios significativos en la estructura cardiaca, la salud ósea y la capacidad de controlar la glucosa. Diez semanas de ejercicio físico consiguieron aliviar muchas de estas consecuencias nocivas ya que no se observaron alteraciones importantes en la función cardiaca, a excepción de la reducción de la frecuencia cardiaca en reposo y el incremento del índice de volumen sistólico. Lo que es más, a pesar de los cambios en las dimensiones cardiacas, el ejercicio consiguió elevar el índice de gasto cardiaco e incrementar la relación E/A en los animales diabéticos que realizaron ejercicio. Esto indicaría mejoras en la función cardiaca.
Conclusiones
En conclusión, este estudio demuestra que a pesar de sufrir hiperglucemia moderada, la combinación de un programa de ejercicio de diez semanas con el tratamiento de insulina puede aliviar muchas de las conocidas complicaciones asociadas con la evolución de la diabetes.
Palabras clave
Función cardiaca; Insulina suplementaria; Contenido mineral óseo; Tolerancia a la glucosa; Estreptozotocina; Hiperglucemia moderada
¿Podemos realmente predecir el riesgo de padecer cáncer?
Objetivos
El creciente conocimiento del potencial que existe para predecir el riesgo que corre una persona de padecer cáncer en el futuro ha tenido como consecuencia el desarrollo de numerosos algoritmos. El objetivo de estos algoritmos es mejorar la competencia de los legisladores, médicos y pacientes a la hora de tomar decisiones racionales sobre la modificación o control del comportamiento de riesgo, con la previsión de que esta actividad se traduzca en un beneficio general. Sin embargo, el debate sobre si realmente es posible predecir con exactitud el riesgo para la mayoría de tipos de cáncer sigue abierto.
Métodos
Llevamos a cabo una breve revisión de la bibliografía referente a la historia y los retos de la predicción del riesgo de cáncer, destacando nuestra propia experiencia reciente en el desarrollo de herramientas para el adenocarcinoma de esófago.
Resultados y conclusiones
Mientras que las herramientas para predecir el riesgo de padecer enfermedades cardiacas se han traducido con éxito a la práctica clínica, la experiencia con la predicción del cáncer ha sido heterogénea. Hasta ahora se han desarrollado y validado modelos para predecir los riesgos de melanoma y de cáncer colorrectal, pulmonar, hepático, esofágico, de mama y de próstata; sin embargo, mientras varios de estos modelos actúan de forma satisfactoria a nivel de la población en general, ninguno de ellos ha podido hasta ahora discriminar de forma adecuada para predecir el riesgo en pacientes individuales.
Los retos de la predicción individualizada del cáncer son muchos y éstos incluyen períodos largos de latencia, factores de riesgo múltiples con efectos, en su mayoría, mínimos y el conocimiento incompleto de las causas.
Palabras clave
Neoplasias; Evaluación del riesgo; Factores de riesgo; Neoplasias esofágicas; comportamiento de reducción del riesgo
Alteraciones óseo-minerales asociadas a la enfermedad renal crónica en la infancia
La infancia y la adolescencia son etapas cruciales en el desarrollo de un sistema óseo y cardiovascular sanos. La enfermedad renal crónica (ERC) provoca alteraciones del metabolismo óseo-mineral y éstas son un grave obstáculo para la consecución de un óptimo fortalecimiento de los huesos, la altura final normal en la edad adulta y la salud cardiovascular. El incremento temprano del factor de crecimiento de los fibroblastos 23 (FGF-23) en los huesos y en el plasma se asocia con defectos prematuros en la mineralización ósea. En los estadios más avanzados de la enfermedad, el hiperparatiroidismo secundario –causado por la combinación del descenso de los valores de calcitriol con la retención de fósfatos– produce osteodistrofia renal de alto remodelado, mientras que el aumento de los niveles de fosfatos y de FGF-23 puede contribuir a la aparición de enfermedades cardiovasculares. El tratamiento de la hiperfosfatemia y del hiperparatiroidismo secundario mejora los trastornos óseos de alto remodelado pero no logra corregir los defectos en la mineralización ósea. Como el tratamiento excesivo puede causar enfermedad ósea adinámica, deficiencias en el crecimiento, hipercalcemia y aumento de las calcificaciones cardiovasculares, el tratamiento se debe valorar con sumo cuidado para mantener los parámetros bioquímicos en suero óptimos según el estadio de la ERC. Los agentes terapéuticos más recientes y los nuevos paradigmas en el tratamiento podrían llegar a suprimir los niveles séricos de PTH de manera eficaz y a limitar la absorción intestinal de calcio y la estimulación del FGF-23 óseo. En el futuro, también podrían llegar a proporcionar una forma alternativa de tratamiento para niños con ERC.
Palabras clave
Osteodistrofia; Crecimiento; Calcificación vascular; Hormona paratiroidea; PTH; Vitamina D; alteraciones óseo-minerales de la ERC; Pediatría
inglés al español: Antihistamines General field: Medicina Detailed field: Medicina (general)
Texto de origen - inglés http://www.patient.co.uk/pdf/9156.pdf#
Traducción - español LOS ANTIHISTAMÍNICOS
Los antihistamínicos se usan principalmente para tratar la rinitis (alergia al polen), la urticaria, el prurito (picazón) y las picaduras de insectos. También se pueden utilizar para reducir las náuseas y los vómitos, y en el tratamiento urgente de la anafilaxia (reacción alérgica grave). Los efectos secundarios más comunes son leves.
¿Qué son los antihistamínicos?
Los antihistamínicos son un tipo de fármacos utilizados para tratar las alergias y otras enfermedades. Entre ellos se encuentran la acrivastina, la cetirizina, la desloratadina, la fexofenadina, la levocetirizina, la loratadina, la mizolastina, la alimemazina, la clorfenamina, la clemastina, la ciproheptadina, la hidroxizina, el ketotifeno y la prometazina. Existen diferentes nombres comerciales y se pueden tomar en comprimidos, jarabes o aerosoles nasales; en algunos casos se administran como colirios.
¿Para qué se usan?
Los antihistamínicos se suelen usar para:
• Aliviar los síntomas asociados con la alergia al polen, como la rinitis y la conjuntivitis (inflamación de la nariz y los ojos), estornudos, picor de ojos, nariz y garganta, y rinorrea (moqueo nasal).
• Reducir la intensidad del picor y de los sarpullidos provocados por erupciones como la urticaria (similares a las provocadas por ortigas) y el prurito (picazón),
• Prevenir el mareo provocado por el movimiento (cinecitosis) y las náuseas.
• Tratar el malestar de los pacientes terminarles, por sus efectos sedantes y antieméticos.
• Tratar con urgencia las reacciones alérgicas graves.
¿Cómo actúan?
La histamina es una sustancia química producida por diversas células del cuerpo humano y tiene varias funciones. Los mastocitos producen grandes cantidades de histamina, sobre todo en en aquellos lugares del cuerpo que están en contacto con el exterior como, por ejemplo, la nariz, la garganta, los pulmones y la piel. En esas zonas, los mastocitos y la histamina forman parte del sistema inmunitario, mientras que en el estómago, la histamina producida por las células que componen el revestimiento del estómago, ayuda a generar ácido para digerir los alimentos.
Las células del sistema inmunitario controlan constantemente la entrada en la sangre y las mucosas (membranas que revisten las cavidades del cuerpo como la boca, la nariz y el tracto digestivo) de elementos ajenos al cuerpo, como las bacterias o los virus. Cuando el sistema inmunitario detecta una sustancia extraña o cuando la piel está dañada, los mastocitos segregan histamina. Ésta se adhiere a unos receptores especiales ubicados en las células, llamados receptores H1 lo cual provoca una reacción en cadena que hace que los vasos sanguíneos de la zona afectada se vuelvan más permeables. De esta manera, las células y sustancias químicas encargadas de proteger nuestro cuerpo pueden acceder a esa zona. Aunque se trata de una respuesta beneficiosa al mismo tiempo, provoca enrojecimiento, hinchazón y picor.
Las reacciones alérgicas (por ejemplo, al polen) ocurren cuando el sistema inmunitario reacciona de forma excesiva e hipersensible a algún tipo concreto de alérgeno, es decir, sustancias extrañas al cuerpo que provocan reacciones alérgicas en algunas personas. Algunos ejemplos de alérgenos son el polen, la caspa o pelo de los animales, el moho o algunos gérmenes. En la mayoría de los casos, el sistema inmunitario reacciona de forma normal y adecuada a estos alérgenos, pero en la personas alérgicas, lo hace de forma excesiva. Por ejemplo, en las personas alérgicas al polen, el contacto de estas sustancias con la nariz, la garganta o los ojos activa los mastocitos, que liberan mucha más histamina de lo normal. Este exceso de histamina es el que causa el picor, la hinchazón, los ojos llorosos, etc.
Los antihistamínicos actúan inhibiendo los receptores H1 y, de esta manera, consiguiendo que la histamina no llegue a su destino. En consecuencia, la reacción del cuerpo a las sustancias extrañas (alérgenos) es más moderada y por eso se reducen los síntomas asociados con la alergia.
Los antihistamínicos también se utilizan para tratar las náuseas y los vómitos, aunque la razón por la cual estos fármacos consiguen reducir estos síntomas no está totalmente clara. En el cerebro existen varias zonas que controlan los vómitos y se cree que los antihistamínicos inhiben los receptores H1 de la parte del cerebro que provoca las náuseas.
Algunos antihistamínicos también tienen lo que se conoce como efecto antimuscarínico, es decir, la capacidad de inhibir otro tipo de receptor que se encuentra en la superficie de algunas células. Si estos receptores se ven afectados (por la acción del antihistamínico), se pueden padecer efectos adversos como sequedad de boca, visión borrosa y retención de orina. Los antihistamínicos que causan estos efectos son principalmente los clásicos, también llamados de primera generación, que se describen a continuación.
Atención: Los antihistamínicos no deben confundirse con los inhibidores H2, que reducen la secreción de ácido en el estómago. Aunque los dos tipos de fármacos inhiben la acción de la histamina, actúan sobre diferentes receptores ubicados en diferentes sistemas del cuerpo.
¿Hay diferentes tipos de antihistamínicos?
En general, los antihistamínicos se pueden clasificar en dos grupos:
• Los antihistamínicos de primera generación o sedantes, que pueden causar somnolencia y provocar los síntomas antimuscarínicos mencionados más arriba. Entre ellos se encuentran la alimemazina, la clorfenamina, la clemastina, la ciproheptadina, la hidroxizina, el ketotifeno y la prometazina. Estos fármacos se suelen usar por sus efectos sedantes cuando el picor dificulta el sueño.
• Los antihistamínicos de segunda generación o no sedantes, que son más nuevos y causan menos somnolencia, como la acrivastina, la cetirizina, la desloratadina, la fexofenadina, la levocetirizina, la loratadina, la mizolastina y la rupatadina. A pesar de sus efectos no sedantes, se recomienda no tomarlos si se va a realizar algún tipo de actividad que requiera concentración y destreza, como conducir, ya que pueden provocar cierto efecto sedante, especialmente si se combinan con alcohol.
¿Puedo comprarlos?
Sí, la mayoría de estos medicamentos se puede adquirir sin receta médica en las farmacias, aunque algunos solo se administran con receta.
¿Cuál es el mejor?
Todos los antihistamínicos son buenos para reducir los síntomas de la alergia. Su médico le recetará el más adecuado teniendo en cuenta cuál es el origen de su alergia y si necesita o no un fármaco sedante. El farmacéutico también puede aconsejarle. Por ejemplo:
• En general, todos los antihistamínicos son prácticamente igual de eficaces en la reducción de los síntomas causados por la alergia al polen y la urticaria. Sin embargo, se tiende a usar los no sedantes porque causan menos somnolencia.
• Los antihistamínicos de segunda generación se suelen tomar para tratar la mayoría de las alergias debido a su efecto no sedante.
• Para la urticaria se suele recomendar la cetirizina, la fexofenadina o la loratadina.
• Para reducir la congestión nasal –un síntoma que hasta ahora no se controlaba con los antihistamínicos– los más apropiados son, seguramente, los preparados de desloratadina y fexofenadina que solo se tienen que tomar una vez al día.
• Para los niños con síntomas de alergia, se suelen recomendar los antihistamínicos sedantes, porque les ayuda a dormir por la noche.
¿Cómo se toman los antihistamínicos?
Como se ha mencionado más arriba, estos medicamentos se pueden tomar en varios formatos. Su médico o farmacéutico le indicará cómo tomarse la medicación y con qué frecuencia. Para más información, lea el prospecto que acompaña a cada medicamento.
¿Cuánto tiempo tardan en hacer efecto?
Los comprimidos suelen tardar unos 30 minutos en hacer efecto pero la eficacia máxima se obtiene una o dos horas después de haberlos tomado.
Los antihistamínicos son más eficaces cuando se toman de forma regular y no de forma intermitente, especialmente en las personas con alergia al polen. Por ejemplo, durante la época del año (primavera o verano) en que los niveles de polen son, por lo general, más altos), es posible que la persona alérgica esté en contacto con el polen cada día. Por eso, es mejor que se tome los antihistamínicos de forma regular para, de esta manera, controlar los síntomas. Su eficacia dependerá de la dosis que esté tomando y del formato (de antihistamínico que está tomando).
¿Cuánto tiempo tengo que tomarlos?
Eso depende de la razón por la cual los esté tomando. Por ejemplo, si los toma para tratar los síntomas de la alergia al polen, debería tomarlos durante toda la temporada del polen.
¿Quién no debería tomar antihistamínicos?
La mayoría de las personas pueden tomarlos sin problemas. Sin embargo, los pacientes con porfiria aguda (un trastorno metabólico poco común) no deberían tomarlos. Tampoco son recomendables para personas con problemas hepáticos o renales, o para mujeres embarazadas o que están amamantando. Los antihistamínicos de primera generación tampoco se recomiendan en hombres que padecen hiperplasia prostática benigna (agrandamiento de la próstata) o en para pacientes con glaucoma agudo.
En el prospecto del envase de antihistamínicos encontrará la lista completa de personas que no deberían tomarlos. Si su médico le ha recetado antihistamínicos o va a comprarlos por su cuenta, lea el prospecto para asegurarse de que puede tomarlos.
¿Cuáles son los efectos secundarios?
La mayoría de las personas que toma antihistamínicos no sufre efectos secundarios . En todo caso, si se padecen, estos son leves. Por ejemplo, los más comunes son:
• Somnolencia.
• Dolor de cabeza.
• Mareo.
• Nerviosismo.
• Boca seca.
• Visión borrosa.
• Retención de orina (dificultad para orinar).
• Malestar gastrointestinal (molestias en el estómago y los intestinos).
Los antihistamínicos pueden interactuar con otros fármacos como, por ejemplo, algunos antidepresivos y algunos tratamientos antifúngicos. Por eso, si usted está tomando otra medicación, debe consultar a su médico o farmacéutico antes de empezar a tomar antihistamínicos. El alcohol podría incrementar la somnolencia, por lo que no se recomienda su consumo mientras se están tomando antihistamínicos.
Para más información sobre todos los efectos adversos que causa el medicamento que está tomando y las posibles interacciones con otros fármacos, consulte el prospecto.
¿Ha sufrido algún efecto secundario diferente a los mencionados más arriba?
Si cree que el medicamento que está tomando le puede haber causado algún efecto secundario diferente a los mencionados más arriba, puede dirigirse a la página web de la Agencia española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para notificárselo. Esta agencia se encarga de la vigilancia de la seguridad de los medicamentos una vez salen al mercado y tendrá en cuenta su caso. Para informarles, solo tendrá que rellenar un formulario electrónico, disponible en:
http://www.aemps.gob.es/vigilancia/medicamentosUsoHumano/SEFV-H/NRA-SEFV-H/home.htm
Para más información, diríjase a:
http://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/medicamentosUsoHumano/seguridad/ciudadanos/2013/NI-MUH_FV_03-2013-notifica-ram.htm
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Formación en el ámbito de la traducción
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Experiencia
Años de experiencia: 16 Registrado en ProZ.com: Feb 2013
I am a native Spanish and Catalan speaker from Barcelona (Spain) living in Bristol (UK) since 2007 and with a Certificate of Proficiency in English since 2009.
I have been working in the language industry since 2008 and I currently work part-time as an Associate Lecturer in Spanish at the University of Exeter and part-time as a freelance translator from English to Spanish or Catalan. I previously worked at the University of Bristol (2009-2012), the University of the West of England (2008-2011), several language schools and several international corporations.
My previous professional background is in History and Archaeology and, more precisely, in geophysics applied to Archaeology. I successfully gained an MPhil in this subject in 2007 (Distinction) and worked in the field for 5 years. For this reason, I am highly familiarised with those fields and have translated archaeological scientific papers and websites for research groups and companies. As this subject is related to geological engineering, I am also familiarised with the vocabulary in this sector and have translated scientific papers for SPICC, a geological engineering consultant. I am passionate about science and, in order to learn more about technical translation, I am starting a 3 month course on Technical Translation with International House Barcelona in July 2014.
In addition to these fields, I have always been fascinated by biomedics, the functioning of the human body and health related innovations. I am constantly reading articles on these subjects and querying matters with my mum, who is a nurse, and to some close friends, who are doctors. This interest motivated me to specialise in the field by completing a 3 month course on Medical Translation EN>ES and a seminar on the translation of medical 'Informed consent' at Trágora Formación (2013-2014). Thanks to these courses I learned to translate informed consent forms, patient information leaflets, informative healthcare leaflets, scientific articles and medical manuals. Also through professional experience, I learned to translate hospital discharge forms. Finally, before I completed this course, I chose 'The design of Spanish learning materials for medical students' as the topic for my MA dissertation (2011), which I passed with Distinction.
My personal background includes extensive traveling around five continents and living experience in English speaking countries like the UK (10 years to date) and Australia (3 months). This has given me an excellent opportunity not only to improve my competence in the English language but also to learn a great deal about intercultural differences and communication.
Translating is not only my job but also my passion. I always look forward to taking on a new and exciting translation project, like yours. So, if you think I can help you with it, please contact me and let's talk about it!
I can communicate your message to your Spanish/Catalan audience exactly as you would, but just in their language.
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